Municipales
Primero la política
Kicillof rechazó la ayuda de los intendentes para acelerar el proceso de vacunación
Le ofrecieron utilizar las CAPS locales para colaborar con la inoculación de dosis, pero el gobernador decidió continuar monopolizando la vacunación a través de centros bajo el mando de las autoridades bonaerenses y militantes de La Cámpora.
A contramano de la cantidad de vacunas que llegan al país, que ya superó los 20 millones de dosis contra el coronavirus recibidas desde el inicio de la pandemia, los informes oficiales del ministerio de Salud que conduce Daniel Gollán muestran que las dosis diarias aplicadas en los últimos diez días descendió levemente, manteniendo una tendencia a la baja.
Por ejemplo, en la última semana se aplicaron unas 292 mil vacunas diarias, mientras que en la semana anterior habían sido 296 mil por jornada. Si bien la baja no es significativa, marca un desfasaje con la cantidad de vacunas que arriban al país. La tendencia muestra que el país y, muy especialmente, la provincia de Buenos Aires, no pareciera contar con la estructura necesaria para utilizar todas las vacunas que llegan.
En este contexto, numerosos intendentes de la región bonaerense, especialmente en el interior de la provincia, le exigieron al gobernador Axel Kicillof la utilización de establecimientos y personal sanitario local para acelerar los procesos. Uno de los últimos en hacerlos fue el intendente de Junín, Pablo Petrecca, quien en un discurso junto al propio mandatario provincial aprovechó el uso del micrófono para pedirle que “nos deje utilizar nuestras instalaciones, nuestras CAPS, nuestros centros de vacunación, que están a disposición de la provincia, para acelerar la campaña de vacunación”. Cortante, el gobernador respondió en el momento: “Te agradezco, pero no hagamos una discusión sobre algo que no es discutible”, dando por cerrado el tema.
Como se sabe, la provincia de Buenos Aires no aceptó, hasta el momento, la intervención de numerosos intendentes y mantiene el dominio absoluto de la vacunación, habitualmente en centros que fueron denunciados por ser utilizados para repartir panfletos electorales junto a la dosis y por mantenerse pletóricos de militantes de La Cámpora.
La decisión mantiene en vilo a los intendentes. Actualmente, hay 72 municipios que se mantienen en Fase 2, por lo que no pueden retomar las clases presenciales. Muchos de ellos, cuentan con sus propias CAPS, completamente equipadas para acelerar el proceso de vacunación, pero la provincia se niega. Los intereses electorales, al parecer, están por encima de la educación y la política sanitaria. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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