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24 de junio de 2021 | Nacionales

El negocio de las vacunas

La extensa amistad que une a Axel Kicillof con el hijo de Hugo Sigman

Fruto de una amistad de más de treinta años, el gobernador continúa premiando a Leandro Sigman con multimillonarios contratos, a pesar de estar denunciado por haber cobrado 54 millones de dólares por vacunas que no entregó.

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Nadie sabe, a ciencia cierta, el significado de la sigla TNT (Tontos pero No Tanto) de la agrupación estudiantil que desbancó a Franja Morada de la facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Según sus propios ex militantes, también era una alusión crítica a la política universitaria de la época, que denunciaba “Tranza, Negligencia y más Tranza”. Con el correr de los años, aquella denuncia se volcaría sobre los propios ex estudiantes como un slogan que los acompañaría a lo largo de sus carreras políticas.


Fernández, Kicillof y Hugo Sigman, en la planta de Garín donde se fabrican las vacunas argentinas contra el COVID-19 que se exportan a México.

Casi como una premonición, muchos de los hoy famosos que militaron en TNT mantuvieron una estrecha relación con el correr de los años. Entre ellos, se encuentran Augusto Costa, quien luego fuera secretario de Comercio de la Nación y actualmente se desempeña como ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la provincia de Buenos Aires; el ex subsecretario de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales del ministerio de Economía de la Nación, Iván Heyn, quien fue encontrado muerto en Uruguay en sospechosas circunstancias; y la embajadora argentina en Estados Unidos durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la porteña Cecilia Nahón.

Sin embargo, dos ex militantes de TNT hoy llaman la atención por sobre el resto. Se trata del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y Leandro Sigman, hijo del empresario farmacéutico cuestionado por los negociados alrededor de la producción de la vacuna contra el coronavirus.

Corría el año 1993 y un joven Kicillof se candidateaba a la presidencia de centro de estudiantes de la facultad de Economía de la UBA. Junto a él, en la misma boleta y buscando ser parte del consejo directivo, se encontraba Leandro Sigman. La relación continuó y hoy uno es gobernador y el otro es el CEO de Insud Pharma. Casualmente, se trata de la empresa farmacéutica más beneficiada por los negociados alrededor de la compra por parte del estado de vacunas contra el coronavirus.

El gobierno argentino eligió a la empresa de Sigman, que inauguró numerosos proyectos propios con la presencia de Alberto Fernández y el propio Kicillof, para comprar 22 millones de vacunas AstraZéneca a Insud Pharma. Para ello, adelantó el 60 por ciento del pago por un total de 54 millones de dólares, pero jamás recibió las vacunas. Se cursaron varias denuncias, todas ellas apuntando al ex ministro de Salud, Ginés González García, al titular del grupo Hugo Sigman y a su hijo Leandro, pero, hasta el momento, nada pasó. González García renunció sin mayores consecuencias y pocas semanas después se encontró con Sigman padre en un coqueto hotel de Madrid, en un ejercicio deliberado de impunidad sin límites.

En los últimos días de marzo, cuando el escándalo por las vacunas VIP y las denuncias por las inconsistencias en la entrega de dosis ya rondaban a la familia Sigman, el gobernador Kicillof le otorgó 31 millones de pesos al laboratorio Elea Phoenix SA, otra de las sociedades del grupo empresario, por numerosas dosis de suero equino hiperinmune. En esta ocasión, no llamó la atención que el laboratorio de Sigman fue el único invitado en la selección de proveedores y el único que presentó oferta. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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