¿Qué hacemos con los vacunados con la primera dosis de Sputnik?

Por más que Peskov aseguró que "todas las obligaciones se cumplirán", el malestar dentro del ministerio de Salud resulta inocultable. Sobre todo porque la prensa opositora convertirá al tema en eje de sus ataques al gobierno, una vez que el discurso de que “las vacunas no llegan” debió ser archivado.

Por esta razón, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, salió a defender activamente su gestión, apareciendo en varios medios y conferencias de prensa para aclarar que “las vacunas aplicadas no tienen fecha de vencimiento”, ya que se trata de un componente complementario, y adelantó que el ministerio está buscando "consenso técnico" para evaluar la posibilidad de combinar vacunas ante la falta de la segundas dosis de la Sputnik.

Según Vizzotti, el problema no es que las dosis aplicadas pierdan su efectividad vencidos los noventa días, sino la necesidad de completar la vacunación de las dos dosis ante el probable avance de la variante Delta del COVID en la Argentina.

“Es una posibilidad (el intercambio de vacunas) que se evalúa desde el primer momento por la dificultad en el acceso, pero lo estamos evaluando”, afirmó la funcionaria. Sin embargo, aseguró que la combinación de vacunas (primera dosis de Sputnik y segunda de AstraZeneca), sólo se implementaría en el caso de que los estudios científicos demuestren seguridad y eficacia. Se trata de una investigación que ya se encuentra en desarrollo en otros países. En varios lugares la combinación entre Pfizer y AstraZeneca ha funcionado con resultados aceptables.

“Si se da el consenso técnico, lo charlaremos con los diferentes distritos y lo estaremos viendo. Los países recomendaron que preferentemente se dé la misma marca, pero lo importante es terminar con los esquemas de vacunación y son varios países de Europa los que están intercambiando plataformas de vacunas”, explicó.

Desde el inicio de la campaña de vacunación la Argentina recibió 7.875.585 dosis del componente 1 de la Sputnik y sólo 1.540.160 del 2. Esto significa que 6.335.425 personas deberían completar su proceso de inoculación, sin que las vacunas estén disponibles.

Los retrasos en los envíos de las segundas dosis por parte del Instituto Gamaleya han sido explicados por la dificultad de producción de esta vacuna, ya que la fermentación del componente dos es mucho más compleja que la del uno.

Mientras avanza con la alternativa de la combinación de vacunas, el gobierno nacional aguarda el envío de nuevos lotes de vacunas desde Rusia. Hasta ahora el total de unidades recibidas, entre ambas dosis, es de 9.415.745, lo que implica sólo la tercera parte de lo acordado. El contrato inicial incluía 20 millones de dosis, a las que se le sumaron 10 millones más por una negociación complementaria.

Parte de estas dosis serán completadas por el Laboratorio Richmond, propiedad de Marcelo Figueiras, que cerró un acuerdo con el Instituto Gamaleya para envasar las dosis de Sputnik. En una primera etapa la empresa nacional se centrará en el envase de componentes de la primera dosis, y ya se enviaron casi 450 mil frascos a Rusia para efectuar un control de calidad. Posteriormente se utilizará el mismo procedimiento para envasar componentes de la segunda dosis. Hasta el momento la Federación Rusa no envió los principios activos, pero para el mes de julio se fabricarían en el país 500 mil dosis mensuales en el país del componente 2, y en el de agosto una nueva vacuna se comenzará a producir en la Argentina.

Y según el cronograma que maneja el gobierno nacional, la Argentina comenzará a exportar vacunas para fines de año. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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