Patricia, la de la frágil memoria

El pasado de la ex ministra de Seguridad y hoy presidenta del Pro la ubicaría exactamente en las antípodas del lugar que pretende ocupar ahora, aunque insista en afirmar que olvidó buena parte de lo que hizo en el pasado.

Corría el año 2003, más precisamente el 4 de julio, el día de la Independencia de la Nación que merece todos sus elogios. Por entonces la presidenta del Pro era ministra de Trabajo de la Alianza -junto a muchos de los dirigentes que forman parte del gobierno actual- y recordaba entonces cuál había sido la conducta de Mauricio Macri respecto del Correo Argentino. Más precisamente, que su actual jefe le había pedido "que el Correo no pagase un canon”. 

“A mí me vino a ver Mauricio Macri cuando yo era ministra de Trabajo para defender los intereses del Correo Argentino. Así que a mí no me puede mentir”, afirmaba por entonces Bullrich.

“Me vino a pedir que el Correo no pagase un canon”, insistía. “Yo puedo atestiguar que en octubre del año 2001 estaba recorriendo despachos oficiales en nombre del Correo Argentino”, pese a que el ex presidente le había asegurado que hacía ocho años que se había retirado de la actividad privada. Patricia Bullrich confesaba que, en ese momento, "se preguntó irónicamente si en ese momento Macri ya había dejado de ser parte del directorio o si estaba contratado como lobbista".

Hoy Bullrich piensa muy diferente, y afirma que las autoridades del Frente de Todos "quieren realizar persecuciones y lo único que buscan es venganza". Aunque sepa muy bien que fue precisamente Mauricio Macri quien pretendió insistentemente intervenir en el expediente judicial mientras era presidente de la Nación, y que, aunque afirmara no estar involucrado en ese aspecto de los negocios familiares, sí lo estaba. Tampoco recuerda que entonces ella misma lo denominaba “mentiroso”.

Pero la titular del Pro no sólo olvida lo que antes afirmaba en el caso del Correo Argentino. También en una entrevista televisiva, al ser interrogada sobre su etapa como militante de “Montoneros” en los años 70, admitió que pudo haber armado bombas, pero que no se acuerda de cómo hacerlo.

 "No sé armar bombas. Quizás armé una molotov, pero no me acuerdo", sostuvo.

"De los 70' y la militancia siento que hay algo que me une en mi vida, que es la pasión por cambiar la Argentina, pero hay prácticas que yo de joven pensé que eran las que cambiaban el mundo que no las haría nunca más y no se las recomendaría a nadie", admitió. E inmediatamente afirmó que no cree en la "violencia como forma de acción política".

Estas afirmaciones son aún más sorprendentes, ya que significan un olvido no ya respecto de su actuación en los años 70 o en 2001, sino hace apenas dos años atrás. Durante su desempeño en el ministerio de Seguridad, durante el gobierno de Mauricio Macri, varios episodios de violencia institucional ordenados por ella misma o sus funcionarios son aún investigados, por no hablar de su campaña en favor de que la sociedad civil se armara en defensa de su propia seguridad, tal como sucede en varias regiones de los Estados Unidos.

La memoria frágil de Patricia Bullrich se respalda en un sólido blindaje mediático. Ninguno de los periodistas a los que les concede notas se atreve a repreguntarle sobre sus cambios de posición. Claro está, la mayoría de los reportajes se emiten a través de un canal de cable, cuyo principal accionista no sería sino su propio jefe político actual. El mismo que le soltó la mano en la negociación de candidaturas en la CABA. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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