Judiciales
Interna caliente
Juntos por el Cambio negocia sus listas en Mendoza en un clima de tensión
Las elecciones 2021 son el capítulo inicial de la pelea de fondo de 2023. Los escenarios provinciales y la suma de legisladores nacionales jugarán un papel decisivo en la definición de las candidaturas presidenciales, sobre todo en Juntos por el Cambio, que experimenta una especie de movimiento geológico de reacomodamiento interno.
El Frente Cambia Mendoza no escapa a esta regla general y su continuidad podría estar en juego. Este fin de semana Tadeo García Zalazar, presidente de la UCR, Álvaro Martínez, titular del Pro, y Sebastián Bragagnolo, jefe comunal de Luján, se reunieron para tratar de lograr un entendimiento. Pero la definición final está en manos de los diputados Alfredo Cornejo (ex gobernador provincial y presidente de la UCR) y Omar de Marchi (ex intendente de Luján y legislador nacional del Pro).
Ante las pretensiones de la UCR de monopolizar los lugares más relevantes de la lista de diputados nacionales, las autoridades del Pro local recurrieron a su tradicional estrategia de amenazar con la ruptura, con el aval del Pro nacional. Y el diputado De Marchi redobló la apuesta, impulsando la creación de una tercera opción, que nuclea a partidos más pequeños, y referentes sociales y políticos independientes. Todo eso está puesto en la mesa de negociaciones.
Si bien es muy pronto como para tomar con seriedad la alternativa de un quiebre de Cambia Mendoza, aunque no pueda ser descartada de plano. La UCR no se mueve de su determinación de colocar a Alfredo Cornejo en el primer lugar de la lista de senadores nacionales. De Marchi exige ser candidato para renovar su banca y no aceptar participar de las PASO. Y en las listas de senadores y diputados provinciales se plantea un problema adicional: los legisladores del Pro de Cambia Mendoza reconocen la jefatura de Cornejo, y no la de su propio partido.
La ruptura no le sirve a nadie: ni a las pretensiones presidenciales de Cornejo ni a las de Rodríguez Larreta. Ambos precisan la sumatoria de votos de la UCR y del Pro, pero la competencia provincial por cargos y cajas hace muy complicado llegar a un arreglo. El año próximo no sólo se elegirá presidente; también habrá que definir el candidato a la gobernación que buscará suceder a Rodolfo Suárez y una fractura complejizaría demasiado el escenario.
A punto tal que muchos recuerdan que justamente por una ruptura interna el Frente Para la Victoria consiguió llegar a la gobernación en 2007. Y aunque se prometan no repetir ese escenario, nadie quiere ceder en sus expectativas actuales. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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