“Un sector agropecuario está llevando a la democracia argentina a un atolladero”

“En el año 2018 nos abocamos conjuntamente con Guillermo Gallo Mendoza a sintetizar en un proyecto de ley el programa nacional ‘Marcha al campo’, que fue asumido por distintos sectores, entre ellos incluso la comisión pastoral social del episcopado de la iglesia católica; distintas agrupaciones de todo orden político, no sólo peronistas; y también distintos agrupamientos cooperativos del sector agropecuario”, comentó.

Y destacó que “la iniciativa cobró relevancia cuando se impone de un día para el otro lo que fue emergencia de la pandemia el año pasado, donde se pone de manifiesto ahí el disparate demográfico que es nuestro país”.

En ese sentido, Famá afirmó que hay una verdadera deformación de la geografía económica argentina, gigantescas aglomeraciones en focos urbanos sin solución y con déficit de calidad de vida astronómicos. “Ahora bien, si esto a su vez lo leemos conjuntamente con los censos agropecuarios vemos la contracara, el despoblamiento rural”, señaló.

“La voluntad política de 'La marcha al campo’ es intervenir estatalmente, fuertemente en el sector, fomentando la unión de productores en prósperas unidades asociativas a modo de cooperativas en el sector agropecuario, que comiencen con una fuerte determinación de apoyo estatal, con subsidios y con acompañamiento de créditos”, planteó.

Y enfatizó: “La tierra no sólo es un bien de renta, sino que es un bien de producción y trabajo y en este caso para el programa ‘La marcha al campo’ sólo es un bien de producción y trabajo, no de renta, no sujeto a las reglas del mercado inmobiliario”.

“Es necesario que el estado vuelva a cumplir un rol empresario en gran escala porque ‘La marcha al campo’ dispara la necesidad de servicios públicos agropecuarios adecuados, caminos rurales, abastecimiento de energía, energías alternativas sustentables, la educación, servicio de justicia, conectividad. Entendemos que en el sector puede generarse un millón de puestos de trabajo genuinos e indirectamente otro millón en el lapso de 48 meses”, estimó.

Famá habló de “un sector agropecuario cada vez más concentrado, ensimismado en ideas disparatadas de libertarios que, conjuntamente con el sector financiero, están llevando a la democracia argentina a un atolladero, y creemos que ahí hay que dar un golpe, un puño arriba de la mesa que suene fuerte, como una decisión de estado, una voluntad fuerte de decir acá se empieza a hacer política nuevamente”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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