La presencialidad y los parches de la gestión Kicillof

A pesar de la vuelta a la presencialidad en la mayoría de los distritos de la provincia de Buenos Aires, numerosas instituciones se mantienen con las puertas cerradas por falta de mantenimiento, problemas en la luz, gas o agua, falta de calefacción, muebles adecuados y hasta sótanos que se denunciaron como inundados.

Sólo en la ciudad de La Plata, 51 escuelas de las 315 que existen en la región se vieron imposibilitadas de volver a las aulas. De acuerdo a informes de los propios directivos, las autoridades de la dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, que actualmente se encuentra bajo la tutela de Agustina Vila, no llevaron adelante las obras prometidas para poner a punto las instituciones educativas, a pesar de haber tenido las escuelas a disposición durante toda la cuarentena. Se trata de diez jardines de infantes, seis escuelas especiales, 19 secundarias y 16 escuelas primarias.

A raíz de ello, la subsecretaría de Infraestructura Escolar dependiente de la DGCyE lanzó la contratación 6/21, que tendrá por objeto la adquisición de insumos para la fabricación de mobiliario escolar con destino a establecimientos educativos de la provincia de Buenos Aires.

Entre otras cosas, la provincia adquirirá manijas esféricas, cerraduras, pasadores, tornillos, bisagras, clavos, adhesivos y remaches, acordes a la propuesta de poner a punto las escuelas, para lo que gastará unos 7.156.137 pesos. Los directivos recibieron la noticia con una mezcla de alivio y resignación, asegurando que las decisiones de la directora Vila “llegan tarde y de forma poco efectiva”. Luego de meses de legajos frenados y fondos paralizados, con el Consejo Escolar estancado por conflictos internos, finalmente las escuelas recibirán los primeros trabajos de mantenimiento para volver a funcionar. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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