Tras estar varado en Zúrich, Macri regresa al país para atender su agenda judicial

Mientras se incrementa el cortocircuito al interior de la coalición, entre las críticas al pacto de ética y los cruces de Carrió con los radicales, el ex presidente promete que "no pisará el conurbano". Su prioridad, casi exclusiva, es la causa judicial sobre la quiebra del Correo, algo por lo que ha quedado muy mal parado.

Sus asesores le aconsejaron seguir el consejo de Napoleón Bonaparte: "Si tu enemigo se equivoca, no lo distraigas”. Por esta razón, se instalará en sus oficinas de Acasusso y anticipa que no será parte activa de la campaña. Sólo hará algunas apariciones públicas en los pocos lugares en los que su imagen es buena. "No va a pisar el conurbano bonaerense", aseguran desde su equipo.

La agenda de Mauricio será primordialmente judicial, por eso su pedido más firme de inclusión en las listas electorales fue para su secretario privado, Darío Nieto, como precandidato a diputado nacional por la Ciudad en la boleta de la regresada María Eugenia Vidal, con el fin de que obtenga fueros que lo protejan de la acción judicial. Por el contrario, desde su entorno aseguran que no está preocupado por las causas de espionaje ilegal y de contrabando agravado de armas a Bolivia. Su pesadilla es la quiebra del Correo.

El primer procedimiento clave es la revisión de la declaración de quiebra de la jueza Marta Ciruli, cuya decisión se encuentra en suspenso por la apelación presentada por la defensa de Macri. La Sala B de la Cámara Comercial deberá cubrir la vacante que aún resta definir con una tercera jueza, y esperan poder colocar a algún “magistrado amigo” que les de una mano para evitar la condena. También se esperan movimientos en el expediente penal a cargo del juez Ariel Lijo, por el acuerdo ruinoso que se habría firmado a mediados de 2016 y que terminó siendo un delito denunciado por la fiscal Gabriela Boquín.

La declaración de quiebra recoge los principales conceptos de Boquín en cuanto a lo perjudicial que era ese acuerdo para el estado, con Macri presidente y beneficiario por su familia. Además, Lijo recibió un informe de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado del Poder Judicial de la Nación –encargada de realizar las escuchas–  que ratifica que la presunta negociación que derivó en ese acuerdo de 2016 tenía una quita fabulosa de la deuda que Correo tiene con el estado. 

Este panorama podría arrastrar a Oscar Aguad, quien logró postergar dos años su eventual procesamiento tras ser indagado, e incluir al propio Mauricio Macri, por la utilización de su autoridad presidencial para obtener beneficios personales.

En este contexto, la política partidaria ha pasado a segundo plano para Mauricio Macri. Mientras en Juntos por el Cambio se disputan su herencia, él privilegiará la agenda judicial, mientras espera que eventuales malos desempeños de la coalición opositora le devuelvan su centralidad política perdida. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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