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17 de agosto de 2021 | Opinión

Obras sin control

Vialidad provincial en terapia intensiva

Vialidad provincial está en terapia intensiva. No encuentro otra frase más apropiada para ejemplificar la situación que, a mi manera de ver, está transitando Vialidad de la provincia de Buenos Aires.

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por:
Claudio Velazco

Desde autoridades sin idoneidad a otras ocupando cargos que no cumplen con las exigencias requeribles por ley 10.328, y a todo esto sumando un tema que es sumamente preocupante: el déficit de no menos de 130 ingenieros, 195 técnicos y 84 maquinistas que está requiriendo Vialidad para un adecuado funcionamiento.

Para no mezclar todo, y si por un instante se dejase de lado lo expresado respecto a las autoridades actuales, quisiera central el presente análisis en el grave problema de falta de personal profesional y técnico, aclarando que no es la única falencia de falta de personal de la repartición, ya que a ello se le deberá sumar el personal administrativo de cada área. A esta crítica situación no se llegó de un día para el otro, es una realidad que se ha venido profundizando con el transcurrir de varias administraciones.

Este déficit humano se fue dando por la falta de visión planificadora de funcionamiento de la repartición a mediano y largo plazo, y por la falta de decisiones políticas acordes que incorporen nuevo personal en la misma proporción del avance de las jubilaciones. El tema es de tal gravedad que, por más que se incorporase todo el personal aquí planteado el problema no se resolvería de inmediato, ya que al personal técnico no se lo forma de un día para otro, y será la consecuencia de un trasvasamiento de aprendizaje gradual.

Como seguramente muchos no saben, les comento que Vialidad provincial posee una sede central, que la llamamos comúnmente “casa central”, y a su vez posee doce zonas viales, que dependen de dicha sede, y que son como delegaciones de Vialidad distribuidas de manera estratégica en toda la provincia. Es fácil de imaginarse que el objetivo de Vialidad para con los bonaerenses es llegar a tener cada vez mejores caminos, rutas que permitan vinculaciones seguras y confortables entre los pueblos, ciudades y diferentes regiones que la conforman, y que permitan un eficiente traslado de las producciones industriales y agropecuarias, que son parte del motor de la economía provincial.

Para mantener y/o mejorar el estado de las rutas se deben llevar adelante, como mínimo, obras de mantenimiento e intercalarlas con las readecuaciones y ampliaciones de trazas en aquellos tramos y/o corredores que así lo ameriten. Precisamente, para llevar adelante la mayoría de las obras, éstas se hacen vía licitaciones, es decir mediante contrataciones que lleva adelante el estado provincial ante empresas constructoras. Ante esto, durante toda la etapa contractual constructiva y de conservación, la repartición debe llevar adelante el control de las mismas, es decir el seguimiento de modo que las empresas cumplan con lo establecido contractualmente. Precisamente, esto se lo lleva adelante por intermedio de las denominadas inspecciones de obras, que deben estar constituidas por profesionales y técnicos idóneos, conformando los denominados cuerpos de inspección en correspondencia con cada una de las obras que se adjudican.

Cada cuerpo de inspección debe contar con un ingeniero que esté al frente de la misma, y con por lo menos dos técnicos que lo acompañen. Precisamente, el déficit que poseemos, tanto en técnicos como profesionales, queda expuesto cada vez que se lanza un importante plan de obras. Resulta ilógico que el estado lleve adelante ambiciosos planes de obras, que impliquen el desembolso de tantos miles de millones de pesos, con un por demás insuficiente capital humano idóneo que pueda, en primer lugar, proyectar y conformar los pliegos licitatorios, y luego controlar eficazmente la ejecución de dichas obras.

Como punto aparte, pero no menor, el déficit de personal profesional y técnico es también una realidad que vienen sufriendo las zonas viales, y a las cuales se les debe sumar la falta de maquinistas, ya que ellas cumplen un rol muy importante en el mantenimiento de los caminos secundarios y terciarios. Por todo lo expuesto, para que una repartición como Vialidad provincial funcione de un modo eficaz, es decir, para poder llevar adelante una adecuado contralor en las ejecuciones de un plan promedio de obras que se liciten anualmente, y considerando con la misma prioridad lo requerible en las área de proyecto y las zonas, en lo inmediato se deberían incorporar no menos de 130 ingenieros, 195 técnicos y 84 maquinistas con una visión de un pase a planta permanente en un breve plazo.

Creo que todo el arco político debe tomar real conciencia de la importancia de poner al frente de organismos técnicos, como en este caso Vialidad, como también en todas las áreas de Infraestructura, a profesionales idóneos, ya que sólo así se llegarán a plantear mejores objetivos planificados que tiendan a optimizar la utilización de los fondos que surgen de los impuestos de todos los bonaerenses.

 

 

(*) Claudio Miguel Velazco es ingeniero hidráulico y civil, personal profesional de carrera de la DVBA, con 24 años de antigüedad.


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