Manes y el fantasma de la conurbanización electoral

Respecto de las proyecciones para el conurbano, una reconocida dirigente del espacio del médico definió el cuadro de situación: “Tenemos que despejar de nuestro pensamiento esa presunción que nos indica que a medida que nos acercamos a la General Paz nos aventaja Santilli y que al alejarnos del primer cordón nos va mejor a nosotros, yo entiendo que no hay nada resuelto y que la disputa es muy pareja”.

Además, la ocasional vocera y varios precandidatos estiman que una victoria o una derrota observará márgenes reducidos, aún en el caso de la “temida” primera sección electoral donde está presente la “task force” amarilla, integrada por los intendentes Pro Jorge Macri (Vicente López) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero). Por si fuera poco, también está sumado el jefe comunal de San Isidro, Gustavo Posse.

Más allá de especulaciones, en tierras bonaerenses del AMBA, Manes pudo protagonizar un acto con fuerte convocatoria en el distrito de San Miguel donde, cuantitativamente, tuvo una imagen impactante, como la que estaban esperando desde los equipos de campaña. Días antes, y acompañado del precandidato a legislador porteño, Martín Tetaz, recorrió, con gran convocatoria, las calles céntricas de La Plata, otro lugar donde las encuestas le sonríen.

Cuando son consultados algunos protagonistas cercanos al neurocientífico abunda más la prudencia que el exitismo. Resaltan que tanto en la capital bonaerense como en San Miguel -donde reside el primer precandidato a senador provincial, Joaquín de la Torre-, figuraba entre las expectativas más pesimistas que hubiera una nutrida concurrencia de militantes y vecinos.

Sobre La Plata recuerdan cierta tradición radical. Como muestra de poderío frente al Pro afloran aquellas primarias de 2015 donde dos precandidatos de esa extracción –Sergio Panella y Claudio Pérez Irigoyen- superaron en conjunto al entonces único referente del macrismo, Julio Garro. Éste fue el más votado individualmente y todo quedó en la historia reciente.

En San Miguel, hay que tener en cuenta que tuvo y tiene mucha inserción uno de los referentes máximos del peronismo republicano, De la Torre, tanto en su paso como intendente como así también como ministro en la gestión de María Eugenia Vidal.

SIN BISAGRAS

Estas dos actividades produjeron satisfacciones, pero no se las toma como un fenómeno de “bisagra” que cambie rotundamente el panorama, sino que alienta al máximo referente a incrementar su optimismo y decisión de ir por más.

Por ejemplo, Manes orientó su desafío de debatir con más precisión y enfoque hacia su inmediato adversario Diego Santilli. En el entorno del oriundo de Salto celebraron cuando el vicejefe de Gobierno porteño fue escaso en argumentos para rehuir a ese convite.

¿Hay algunos reproches contra el “Colo”?. Así parece. No son pocos los que señalan que Manes tiene muy reducida su visibilidad en los medios nacionales. Confidentes cercanos al neurocientífico confesaron sus sospechas de alguna “mano negra” de sus adversarios.

En las últimas semanas crece cierta ilusión con las proyecciones. Quienes son militantes y estudiosos de futuros escenarios creen que aún cotiza en alza una carta para que Manes juegue sobre la mesa y es su perfil de político no tradicional.

En varios distritos destacan que su característica de “outsider” explica en parte su intención de voto, captando mucho más apoyo de sectores independientes que Santilli, aunque reconocen que sobre ese “nicho sectorial” están muy por debajo de los liberales como Javier Milei y José Luis Espert.

No obstante, la convocatoria también se traduce en un importante acercamiento a comités de parte de profesionales y comerciantes que nunca habían participado en política partidaria. Ese elemento da certeza de captación voto “no cautivo” y que suele inclinar la balanza hacia uno u otro lado de la grieta. Allí está el millón de votos que, en la interpretación de Emilio Monzó, hizo ganar a Cambiemos en 2015 e hizo presidente a Alberto Fernández en 2019.

Esto también alimenta el optimismo de atraer a quienes dudan entre no concurrir a las urnas o votar a políticos no tan tradicionales. “Muchos vienen a afiliarse al radicalismo antes de preguntar sobre el lugar de votación”, señalan desde distintos estamentos radicales para explicar el “fenómeno Manes”.

Con la alejada posibilidad del debate y los efectos generados por ciertos desaciertos en el oficialismo -como los casos del OlivosGate de la foto del cumpleaños o de la docente K de La Matanza-, Manes confía en acentuar una condición más favorable sobre el cierre de la campaña.

¿Hay algún elemento más para celebrar? Así parece y es la construcción de una imagen de radicalismo bonaerense cohesionado detrás del candidato y también del titular del comité provincia, Maxi Abad.

El sábado pasado, en una parrilla de Lomas de Zamora, y convocados por el referente de “movilización partidaria” Fabio Abraham se reunieron más de treinta distritos con Abad y con la vicepresidente del comité nacional Alejandra Lorden y la diputada provincial Sandra París. El dato no pasaría de lo meramente rutinario, salvo que Abraham y sus seguidores formaron parte de “protagonismo radical”, la opción encabezada por Posse en la última interna partidaria de marzo.

Un portavoz indicó que hubo militancia de ese distrito, pero también había gente de la primera segunda, tercera, cuarta y octava secciones electorales. Es decir, casi todo el mapa provincial.

Según pudo saberse, todos coincidieron en que la UCR “es el partido que puede darle a la sociedad la esperanza que necesita” y que “tiene que liderar la coalición y la mejor manera era elaborar un proyecto de propio para el país y la provincia”.

Más allá de lo coyuntural de una elección primaria, se va generando una densa agenda en un partido que va saliendo de cierto letargo, traducido en desequilibrada participación en el espacio que comparte con el Pro. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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