En el conurbano, Juntos vuelve a apelar a la imagen de Macri

Excepto los allegados directos del ex presidente, en Juntos por el Cambio consideraban que Mauricio Macri era un lastre para la campaña electoral; no obstante, como cantaba Mercedes Sosa, todo cambia. Lo que parecía una tendencia irreversible del fundador del Pro visto únicamente como “piantavotos”, ahora no es tal. Vuelto del viejo continente recargado, Macri reapareció con declaraciones cruzadas contra el oficialismo, específicamente hacia el kirchnerismo duro, con un relato meramente polarizador.

Lejos de autocríticas de su gestión, el discurso es repetido: el mal mayor lo encarna Cristina Fernández de Kirchner, quien “nunca dejó el poder” y su espacio político representa “a los que no trabajan”. Si bien a veces da la sensación que el ex alumno del Cardenal Newman “se corta solo”, cuenta con el apoyo del ala moderada de Juntos por el Cambio que lo incluyó en pos de recuperar los votos de derecha que se están fugando para el partido que encabezan Javier Milei y José Luis Espert, más el espacio de Ricardo López Murphy que compite en internas contra María Eugenia Vidal.               

Así, Macri volvió a la escena política hablando en nombre de “la libertad”, tal como lo hacen los autodenominados “libertarios”, y haciendo leña del árbol caída por el OlivosGate que retomó la agenda mediática con las polémicas fotos –que incluyeron videos- del festejo de cumpleaños de Fabiola Yañez en compañía de Alberto Fernández, en plena cuarentena (julio 2020).

Además, el ex presidente aparece como figura central en la cartelería pública del Conurbano. Por caso, en Lomas de Zamora, se lo ve entre Diego Santilli y la primera precandidata a concejal de Juntos, Cecilia Gómez. A pesar que ni siquiera es candidato para las PASO y las generales de septiembre y noviembre, respectivamente, Macri se sumó de lleno a la campaña para intentar vencer en la interna bonaerense al neurocientífico radical Facundo Manes y seguir fustigando contra todo lo que huela a kirchnerismo.

Eso sí, el larretismo apela a la imagen del ex presidente de Boca Juniors en distritos donde presenta niveles de medición interesantes, para reforzar su núcleo duro. Porque, más allá de estas excepciones, Macri continúa siendo un piantavotos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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