Persecuciones a los trabajadores de Vialidad bonaerense

En esta ocasión, parte del personal apuntó los cañones directamente contra el subsecretario de Infraestructura, el ingeniero Ernesto Selzer, quien en la práctica actúa como el administrador de Vialidad en las sombras. Pues, si bien es cierto que Vialidad depende del ministerio de Infraestructura, también es cierto que es un ente autárquico. Sin embargo, Selzer digita la gestión de la repartición cada vez con un mayor nivel de intervención, lo que aleja el espíritu de autarquía del organismo.

El autoritarismo del subsecretario generó una gran sumisión de los propios funcionarios viales, que hacen de sus permanencias en sus cargos un objetivo del que no se quieren despegar. Todo esto desencadenó un efecto cascada de decisiones que han ido creando un creciente malestar entre el personal.

Dentro de Vialidad no dudan en catalogarlo como un porteño más de los traídos por Kicillof, que sólo ha ocupado cargos públicos en el estrecho entorno del gobierno de CABA sin nada en su currículum que lo relacione con la provincia de Buenos Aires. En resumen, un desconocido que vino a gestionar la provincia con un importante cargo y a dirigir a los viales sin conocer Vialidad.

La incidencia del subsecretario va dejando su marca en los pliegos licitatorios y en las consecuentes ejecuciones, a partir de planteos de controles adicionales que, de fondo, demuestran un desprecio y desconfianza hacia todos los que conforman la institución y vienen luchando por ella generación tras generación.

“Nos pone en el banquillo de los acusados a los viales como si fuésemos todos corruptos, exigiéndonos más controles, pero con la incoherencia de no plantear con la misma fuerza la inmediata incorporación de la cantidad de personal administrativo y técnico idóneo que Vialidad necesita para llevar adelante una adecuada funcionalidad y contralor desde la propia repartición”, explicó uno de los trabajadores descontentos.

El grado de control está llegando a tal punto que, desde la propia administración de Vialidad, en forma solapada, Selzer colocó a una persona de su entorno, sin la mínima idoneidad técnica ni conocimiento alguno de Vialidad y con apenas un mes de nombramiento, como “observadora silenciosa” del funcionamiento técnico normal de las obras.

Paradójicamente, todo esto ocurre bajo la obsecuencia de funcionarios cuyos nombramientos no cumplen con la ley 10328 que encuadra a los viales. Sin dudas, otra falta de respeto del administrador Gerardo Tarchinale hacia todos los viales. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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