Oxígeno de gabinete con rebelión adentro

Después de largas jornadas signadas por la confrontación, las acusaciones cruzadas, el fallido golpe palaciego de Cristina Fernández de Kirchner y el fracaso del presidente en su intento de conseguir apoyos sindicales, políticos y provinciales para romper con la vicepresidenta, el espanto terminó imponiéndose y se selló un gabinete de consenso. Y si bien los que ingresan son cuadros procedentes del peronismo y del gusto de la dupla presidencial, el problema parece ser los que continúan formando parte del gabinete, a partir de las posiciones adoptadas en el curso de la semana.

Entre gallos y medianoche de este viernes, un comunicado de entregado a los periodistas acreditados develó el misterio. El gobernador tucumano Juan Manzur asumirá como jefe de Gabinete en reemplazo del fiel Santiago Cafiero, a quien se lo premiará con el ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, desplazando a Felipe Solá. Manzur no quería asumir el cargo ya que significaba dejar su provincia en manos del vicegobernador, Osvaldo Jaldo, con quien viene manteniendo una interna feroz y a quien derrotó, aunque no por mucho, en las PASO del domingo pasado. Pero un punto de acuerdo entre Cristina y Alberto exigía que al menos un gobernador representativo formara parte del gabinete, y la vicepresidenta hizo pública, en su virulenta carta del jueves, su preferencia, a pesar de la enemistad que los separaba desde los tiempos en que fue ministro de Cristina. A Manzur no le quedó más remedio que aceptar y Jaldo se siente bendecido por la fortuna.

Aníbal Fernández asumirá en el ministerio de Seguridad, en reemplazo de la ineficaz Sabina Frederic. Nadie lamentará la salida de la ministra, claramente una de las “funcionarias que no funcionan”, del riñón albertista. Aníbal aporta experiencia y presencia en un área tan sensible.

Julián Domínguez será el nuevo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, en lugar de Luis Basterra. Llama la atención que Julián Domínguez y Aníbal Fernández integren un mismo gabinete, después del enfrentamiento sin cuartel que se desató en 2015, cuando Aníbal lo venció en unas PASO muy sospechosas, para terminar siendo derrotado por María Eugenia Vidal. Ya Julián sonaba como ministro de Transporte o de Defensa en los últimos recambios, promovido por Sergio Massa y por Alberto Fernández. Cristina lo había vetado en ambas ocasiones, pero ahora cambió de posición, tras una “reunión de reconciliación” que tuvo lugar tiempo atrás entre ambos, aunque no habría terminado en términos demasiado cordiales. Con Julián Domínguez el gabinete suma a un cuadro caracterizado por su experticia y su capacidad de gestión, que ya desempeñó esa cartera con Cristina después de la crisis del campo y su tarea le valió ser promovido a presidente de la Cámara de Diputados entre 2011 y 2015.

En Educación, el hasta ahora secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perzyck, reemplazará a Nicolás Trotta. Jimmy fue viceministro de Educación con Alberto Sileoni durante el segundo gobierno de Cristina y rector de la naciente Universidad de Hurlingham posteriormente. Ya sonaba como titular de la cartera en el gabinete inicial de Alberto, pero los compromisos con Víctor Santamaría pudieron más, y el elegido fue el entonces rector de la UMET.   

Daniel Filmus ocupará el lugar de Roberto Salvarezza en Ciencia y Tecnología. Filmus tiene una vasta experiencia en la materia y una larga trayectoria profesional en el área. Salvarezza fue desplazado para evitar las afirmaciones de que sólo se removían funcionarios del riñón albertista.

Finalmente, Juan Ross -quien hasta ahora distribuía la pauta publicitaria-, será el nuevo secretario de Comunicación y Prensa, en reemplazo del “Topo” Biondi. Ross es un hombre cercano a Biondi y a “Pepe” Albistur, que se desempeñó en la TVP durante el gobierno de Cristina y como funcionario del macrismo en el área de prensa de PAMI.

Si bien el volumen político de los reemplazantes es muy superior al de quienes dejan sus cargos, queda la duda de cómo será la relación entre los ministros cristinistas que participaron de la rebelión de esta semana y Alberto Fernández. Sobre todo en el caso de Wado de Pedro, que ocupa un lugar estratégico en la relación con los gobernadores. A punto tal que fue el encargado de crear las condiciones para que Manzur terminara aceptando.

Finalmente hubo fumata blanca y Argentina cuenta con un gabinete con un volumen político muy superior al precedente. También se anuncian nuevos cambios para después de las elecciones.

Todavía son muchos los que se preguntan si finalmente el Frente de Todos encontró el equilibrio deseado. Por lo pronto, no queda más que cruzar los dedos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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