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19 de septiembre de 2021 | Provincia

Con los ojos en el 2023

Los cambios de Kicillof prometen nuevas reelecciones y cargos para los cesanteados

Presionado por los paupérrimos resultados electorales, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dispuso esta tarde una reformulación del gabinete provincial. Guiños electorales y la distribución de más cargos, las claves detrás de los cambios.

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Con las reformulaciones electorales anunciadas por la gestión bonaerense, Axel Kicillof apuntó a dos objetivos. Por un lado, simular una reformulación en el gabinete que en la práctica no es tal: todos los funcionarios removidos serán reasignados en áreas claves y continuarán manteniendo buena parte de su poder. Además, continuarán cobrando abultados sueldos del erario provincial. Por otro, con este enroque, el mandamás les garantizó la reelección a dos intendentes estratégicos en el engranaje político electoral bonaerense, quienes aún no cumplieron dos años del presente mandato.

Según los anuncios realizados hace algunas horas, al frente de la jefatura de Gabinete de Ministros será designado el intendente Martín Insaurralde, un hombre clave de la tercera sección electoral, quien reemplazará al desgastado dueño del Clío, Carlos Bianco, cuya gestión, plagada por un discurso extremista, dejó bastante que desear.

En tanto, Leonardo Nardini, otro jefe comunal cuya figura creció enormemente durante los últimos años, dejará Malvinas Argentinas para desempeñar el cargo de ministro de Infraestructura y Servicios Públicos haciendo a un lado a Agustín Simone, un funcionario a quien prácticamente no se le conoce la cara. El nombre de Nardini ganó peso político desde los primeros momentos de gestión y se posicionó como el intendente de referencia de la primera sección electoral.

Detrás del nombramiento de Insaurralde y Nardini se encuentra un importante condimento electoral que no puede ser tomado al azar: por no haber cumplido los primeros dos años de su mandato, ambos estarán habilitados a una nueva reelección. Todo un guiño de cara al 2023.

La otra nueva figura dentro del gabinete de Kicillof será Cristina Álvarez Rodríguez, quien reemplazará a Teresa García, una dirigente de íntima confianza de Cristina Fernández de Kirchner, en el ministerio de Gobierno.

NADIE SE QUEDA SIN CARGO

A pesar de los nombramientos, tanto Carlos Bianco como Agustín Simone y Teresa García serán reubicados en lugares estratégicos del estado provincial.

Según trascendió, mientras que Carlos Bianco será designado jefe de Asesores del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Agustín Simone tomará a su cargo el Instituto de la Vivienda bonaerense.

Por su parte, Teresa García volverá al Senado provincial, de donde casualmente se despidió rindiendo un homenaje público al legislador Jorge “Loco” Romero, quien fuera denunciado por ejercer violencia de género hacia una militante de La Cámpora y tuviera que abandonar su puesto antes de tiempo.

Vale recordar que actualmente García es la segunda candidata a senadora provincial por la primera sección electoral y una fija de cara a las generales del 14 de noviembre.

DEUDA PENDIENTE

Los cambios anunciados por Kicillof sirvieron para confirmar, aunque más no sea indirectamente, el polémico rumbo de dos áreas claves de la gestión bonaerense: Educación y Salud, incluyendo al bastardeado Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA).

La disconformidad de los bonaerenses en general, y de los docentes y el personal administrativo en particular, para con la ministra de Educación, Agustina Vila, tomó creciente notoriedad durante los últimos meses. La gota que rebalsó el vaso tuvo que ver con los recortes de sueldo a quienes menos ingresos perciben, para manipular directamente la caja educativa en pos de los cargos políticos a través de la distribución de seiscientos beneficiarios de “compensaciones”. A tal punto llega esta disconformidad, que durante los últimos días sonó fuertemente el rumor de que Vila abandonaría su cargo. Algo que, a la vista de los resultados, nunca ocurrió.

Pero además las modificaciones en el gabinete ratificaron el rumbo tomado por el ministerio de Salud bonaerense, sin dudas el área más polémica de la gestión: aquella que, con la anuencia de Nicolás Kreplak, permitió el vacunatorio VIP entre amigos, familiares y militantes de La Cámpora.

La apuesta del kirchnerismo en este sentido fue todavía más allá: el principal responsable del vacunatorio VIP en territorio provincial, Daniel Gollán, fue colocado como segundo candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

Finalmente, bien vale una mención a otra área vinculada a la salud como lo es la obra social del IOMA, que controla Homero Giles, el médico formado en Cuba duramente cuestionado desde los inicios de su gestión.

Giles convirtió a una de las cajas más grandes del país en un organismo vetusto y burocrático, plagado de denuncias judiciales por corrupción y malversación de fondos, que poco y nada hace por la salud de los bonaerenses. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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