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26 de septiembre de 2021 | Interior

Fuego cruzado

Agustín Rossi, otra víctima de Alberto Fernández

Cuando se lo consultó sobre la renovación del gabinete nacional, Agustín Rossi contestó en forma diplomática. Aseguró que los nuevos miembros son ”todos dirigentes con experiencia, capacidad y volumen político”.

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Al preguntársele sobre la designación como jefe de Gabinete de Juan Manzur, reconoció que "ha hecho una muy buena elección en su provincia y tiene experiencia de gestión en el gobierno nacional”.

Y no se privó de recomendar que "de acá para adelante se debe mejorarle la vida a los argentinos y tomar decisiones de política económica que vayan en ese sentido" y conseguir que "las variables macroeconómicas impacten más rápido en el bolsillo de la gente".

La procesión iba por dentro, ya que Rossi encubría otra trama que quedó oculta en medio de la comedia de enredos que protagonizó el Frente de Todos después de la derrota de las PASO.

Una comedia dramática, en realidad, que se había iniciado tiempo atrás. Cuando se confeccionaron las listas el aprendiz de brujo que ejerce formalmente la presidencia de la Argentina, Alberto Fernández, alentó a Rossi para que presentara sus propias listas en la provincia de Santa Fe.

El rosarino –que, por entonces, era ministro de Defensa- había sonado como reemplazo para Santiago Cafiero si éste finalmente encabezaba la lista de diputados nacionales bonaerenses. Alberto consiguió evitar ese desplazamiento, y en cambio indujo a Rossi a confrontar contra la lista de Omar Perotti, para impedir que María de los Angeles Sacnún continuara en el Senado, con el objetivo de debilitar a Cristina.

Pero cuando la vicepresidenta tomó conocimiento hizo tronar el escarmiento y obligó al sumiso Alberto a apoyar él mismo a la lista del gobernador, y obligar a renunciar a Rossi. Alberto, una vez más, cedió, pero incluyó en la exigencia de dejar el cargo a todos los candidatos que desempeñaban funciones de primera línea en el gobierno.

Finalmente, la lista de Rossi fue derrotada con claridad, pero el resultado catastrófico de las PASO y el golpe palaciego de Cristina que le sucedió terminó resolviéndose provisoriamente con un recambio de gabinete.

Para la jefatura, Alberto propuso el nombre de Agustín Rossi. Pero el enojo de Cristina ante lo que consideró como un desafío –la presentación de una lista alternativa- lo dejó afuera. Y para que no hubiera dudas al respecto, propuso ella misma, en su carta pública, a Juan Manzur.

En el diálogo telefónico que ambos mantuvieron ese viernes, la vicepresidenta habría tratado a Rossi de “perdedor”, “traidor” y “fabulador”, al creer que podría desafiar su voluntad e imponerse.

De este modo, por acatar las indicaciones de Alberto, Rossi se quedó sin ministerio y perdió la consideración de Cristina, que ahora le puso bolilla negra.

La moraleja es sencilla: el que apuesta a Alberto pierde. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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