En un vuelco a la extrema izquierda, La Cámpora se niega a pagar la deuda

El albertismo que nunca nació orgánicamente intenta retomar la ofensiva, y promete “sacar a todos los de La Cámpora que han ocupado el poder. No importa el resultado de las elecciones” después de las elecciones del 14 de noviembre. Varios intendentes, gobernadores y sindicalistas, invocan el liderazgo de un Alberto Fernández que permanece en estado vegetativo, superado por los acontecimientos.

Del otro lado le contestan con munición gruesa. A punto tal que la imagen del presidente ha sido quitada de la cartelería que promociona a los candidatos del oficialismo, insistiendo en subrayar la condición de “padre de la derrota” que se le adjudicó a Alberto Fernández.

El fin de semana pasado la celebración del 17 de octubre sirvió como parteaguas dentro de la coalición oficialista. En el acto del sábado, bendecido por Cristina Fernández de Kirchner, el repudio hacia Alberto Fernández y sus reiteradas concesiones a los intereses concentrados y al FMI fue explícito, incluso hasta sobreactuado.

“O cambia o se va”, era la consigna. Del lado del albertismo imaginan una solución muy diferetente: la que debería bajarse de la coalición sería Cristina, para ser reemplazada por el larretismo, con el apoyo del establishment y el FMI.

Este viernes, La Cámpora redobló la apuesta. Wado de Pedro y el Andres “Cuervo” Larroque compartieron un video de la agrupación en el que aparecen Máximo y Cristina, en el que los participantes -miembros de la agrupación- entonan un estribillo contundente: "Esa deuda no la vamos a pagar".

La difusión del video, grabado el sábado pasado en el plenario de La Cámpora –al que asistió Cristina- coincidió con la confirmación en off del ministerio de Economía del cierre del acuerdo con el FMI, algo que prometió Alberto Fernández a los capitales más concentrados de nuestro país a principios de la semana, poniendo como fecha los primeros días de diciembre. Sin embargo, la resistencia del principal socio del Frente de Todos invita a pensar que, al menos hasta el mes de marzo, no habría confirmaciones al respecto ni cierre definitivo de las negociaciones.

"Esa deuda que dejaron no la vamos a pagar, con el hambre de la gente no se jode nunca más”.

El cristinismo no se opone a la firma de un acuerdo. El problema son las concesiones que está dispuesto a realizar el tándem conformado por Alberto, Martín Guzmán y Matías Kulfas y que, de confirmarse, harían volar por los aires a la coalición oficialista.

Por ahora todos son rumores, afirmaciones y desmentidas, e imposibilidad de consensuar una posición común dentro del Frente de Todos.

"Queremos un plazo de veinte años a una tasa razonable. Es bueno recordar que durante nuestro gobierno se arregló con los privados y se devolvió la plata que le robaron a los argentinos de sus plazos fijos. Se la robaron los hoy macristas”, sostiene el ala dura del Frente de Todos, sembrando nuevas y mayores incógnitas sobre el futuro de la coalición oficialista. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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