El nuevo tablero político va cobrando forma

El sálvese quién pueda es la consigna para la mayoría. Del otro lado, el cristinismo ansía quedarse, pero ya no sueña con una recuperación electoral. Sabe de su desprestigio dentro y fuera de la alianza de gobierno. El gobierno nacional, a esta altura, es tierra arrasada.

En Juntos por el Cambio no lo ignoran y profundizan la interna por la sucesión. Patricia Bullrich viajó a Salta y se fotografió con Gerardo Morales. El mensaje fue claro: de allí saldría la fórmula que competiría en la interna con la otra que va ganando terreno: Horacio Rodríguez Larreta - Juan Schiaretti.

Hay una coincidencia entre ambos armados: ninguno quiere hacerse cargo del bienio que vendrá después de las elecciones del 14 de noviembre. Que el costo político de acordar con el FMI en condiciones confiscatorias para la sociedad argentina lo pague otro. Por eso le hacen un guiño a Sergio Massa, aunque imponiéndole condiciones. "Primero que lo hable con sus aliados del Frente de Todos" y que le garanticen un acuerdo claro, sin sorpresas. ¿Cristina? Afuera. “Con ella no hay trato ni solución posible”, enfatizan.

Larreta fue muy claro al respecto. Hace falta "un acuerdo macro con el 70 por ciento de la dirigencia política". El otro 30 por ciento que quedaría afuera sería el crisinismo y la izquierda. Los radicales también ponen sus condiciones. "Nada de lo que se haga podrá salir del marco del frente que componemos con el Pro, la Coalición Cívica y el peronismo republicano".

La advertencia es oportuna, ya que son muchos los funcionarios del actual gobierno dispuestos a dar el salto a la oposición el 14 a la noche. Peronistas, sindicalistas, desarrollistas. Nadie quiere continuar un segundo más en la incómoda compañía de la vicepresidenta y de La Cámpora.

Tal es así que ni siquiera se preocupan por ocultar el fluido diálogo existente entre peronistas, “albertistas” y Rodríguez Larreta, Diego Santilli y Jorge Macri. Los tres imaginan que el futuro del Pro estará marcado por el arribo masivo del peronismo. ¿Un neomenemismo? Tal vez sea la definición más clara.

"Se olvidan que soy peronista”, suele repetir Diego Santilli. Larreta no lo dice, pero nadie duda que piensa que necesita del peronismo para ganar las elecciones y, sobre todo, para gobernar. Schiaretti coincide. Massa sabe que no tiene otra opción si pretende que la nave del estado argentino consiga atravesar las tempestades que acechan hasta 2023.

Falta apenas una semana para que las especulaciones demuestren su veracidad. Por ahora, todos están en la línea de largada, esperando su oportunidad para dar el salto de la manera más redituable. (www.REALPOLITIK.com.ar)

SI TE GUSTA
LO QUE
HACEMOS

Ayudanos a seguir haciendo
periodismo con la mayor
independencia y objetividad
posible.

COLABORÁ A PARTIR DE $500

COMENTÁ / VER COMENTARIOS