Militantes de La Cámpora corrieron a la tropa de Mario Secco durante el acto en Morón

A pesar de mostrarse como un dirigente kirchnerista e ideológicamente cercano a la propia Cristina Fernández de Kirchner, el intendente de Ensenada, Mario Secco, es el actual presidente a nivel nacional del partido Frente Grande, que suele ser rechazado por gran parte del arco político del actual oficialismo.

Algo de esto se evidenció el pasado 27 de octubre, durante el multitudinario acto organizado por el Frente de Todos en el estadio Deportivo de Morón, en homenaje a un nuevo aniversario de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, cuando hordas de militantes referenciados con el kirchnerismo y el peronismo tradicional corrieron durante cuadras a los representantes de Secco, en un altercado en el que no faltaron los golpes y hasta el robo de estandartes.

Los encargados de “cargar” los micros que se dirigieron desde Ensenada hasta Morón fueron los hijos del intendente local, Nicolás y Nadia Secco. Ambos vieron germinar sus carreras políticas, como suele suceder con “los hijos del poder”, bajo el ala protectora de su padre. Nadia tiene como actividad laboral ser referente de la juventud del Frente Grande local y Nicolás tiene el extraño privilegio de ostentar dos cargos políticos, uno como concejal y otro como secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores Municipales.

El problema comenzó en horas de la tarde, cuando a pocos minutos de comenzar el acto aún no estaban listos los colectivos. Apurados, los militantes llenaron los tres colectivos alquilados con banderas, bombos y pecheras que repetían, hasta el cansancio, dos únicas frases: “Frente Grande” y “Mario Secco”. La movilización partió con el tiempo demasiado justo y llegó al estadio Deportivo de Morón cuando el acto estaba paseando por sus primeros minutos.

Los militantes referenciados en Mario Secco y comandados como una horda de avanzada por sus hijos Nadia y Nicolás se acercaron a las apuradas e intentaron ingresar a la fuerza al estadio, incluso acomodarse en lugares de privilegio, como aquellos que se encuentran cerca del escenario.

Inmediatamente, se encontraron con el rechazo generalizado de gran parte del arco K, que no se mostró dispuesto a ceder libremente los mejores lugares a unos pocos militantes que portaban banderas de otro partido. En pocos segundos, se desató la inevitable pelea, que terminó con los ciudadanos de Ensenada corriendo por las calles aledañas a la cancha de Morón. Quienes allí estuvieron, aseguraron a REALPOLITIK que “los muchachos de Secco iban tirando las banderas y las pecheras mientras corrían, para evitar ser identificados por los chicos de La Cámpora”.

El resultado fue vergonzoso. Bombos perdidos en la bochornosa batalla, banderas tiradas en la calle y varias decenas de pecheras que ya no fueron encontradas. Incluso Nadia, la hija del intendente de Ensenada, debió recibir primeros auxilios y las consecuencias del papelón aún se notaban varios días después. Los testigos aseguraron que el concejal Esteban Spivak, quien cobraría dos salarios del estado, uno como edil y otro como director del ANSES en la ciudad ribereña, batió algún tipo de récord de 100 metros llanos, dada la velocidad con la que corrió.

Al volver a Ensenada, el propio Mario Secco reunió a la tropa en un local de la calle Bossinga y los reprendió con dureza. El papelón de sus hijos dejó en evidencia el descontento de los militantes de La Cámpora con los dirigentes del Frente Grande y la falta de experiencia de sus hijos a la hora de movilizar a sus tropas con el chori y la Coca. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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