Mientras ocurría un nuevo femicidio, la ministra de las Mujeres licitaba la remodelación de su oficina

Pocas horas atrás, Norberto Rodríguez fue detenido por el femicidio de Liliana Beatriz Lezcano en el barrio de San Justo, en el partido de La Matanza. Minutos después, llamó a un compañero de trabajo y lo citó en su casa. Cuando éste llegó y se encontró con el cadáver de Liliana, quiso huir, pero Norberto se lo impidió. “Ahora te vas a callar la boca y a no decir nada”, le advirtió, mientras le pedía que lo ayudara a “descuartizar el cuerpo”.

Finalmente, el hombre logró escapar y contactar a Florencia, otra compañera de trabajo, quien aseguró que el femicida le había confesado que iba a “cortar y enterrar” el cuerpo porque temía ir preso. Pocas horas después, intervinieron las fuerzas policiales, pero ya era demasiado tarde.

La provincia de Buenos Aires se transformó, con el paso del tiempo, en un escenario habitual de estos crímenes aberrantes. La policía actúa, la Justicia también, pero pareciera que lo hace siempre tarde, con el hecho consumado. Por eso, el reclamo de los familiares se centra fundamentalmente en la modificación de las leyes penales y en el accionar de la política, más específicamente del ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, actualmente dirigido por la ministra Estela Díaz.

Sin embargo, la mirada de las dirigentes políticas pareciera estar en otro lado. En uno mucho más superficial, estético, que apunta a brindarle mayor comodidad a las funcionarias bonaerenses, las mismas que vienen de ser duramente criticadas por la falta de resultados del ministerio en cuestión.

En efecto, mientras el crimen de Liliana tomaba forma, la ministra Estela Díaz aprobaba una licitación para remodelar los muebles de las oficinas. El procedimiento 473-0373-PAB21 prevé el gasto de 2.536.100 pesos en sillas regulables en altura y tapizadas en cuero ecológico, mesas de reuniones, escritorios y bibliotecas, que serán destinadas a las dependencias del ministerio de Mujeres bonaerense.

Tanto a nivel nacional como bonaerense, ambos ministerios de mlas Mujeres continúan en la mira de propios y extraños, que cuestionan la falta de resultados. En efecto, y de acuerdo a los números oficiales, en su primer año de gestión los femicidios aumentaron un 15 por ciento en todo el país. Las decisiones políticas de la ministra Díaz, al menos por el momento, parecieran dar por tierra la posibilidad de un cambio de rumbo en la gestión. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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