El uso de boletas únicas en las embajadas argentinas volvió a instalar el debate sobre sus ventajas

Argentinos viviendo a lo largo y ancho del mundo concurren por estas horas a votar a las embajadas argentinas, y muchos tomaron nota del sistema de votación elegido por las autoridades diplomáticas para estas elecciones.

En efecto, se trata del sistema de boleta única, que se propuso en todo el país durante los años 2012 y 2013 y sólo fue aprobado en un puñado de distritos, especialmente en torno a la provincia de Santa Fe. El mismo reduce notablemente los efectos nocivos del sistema de lista sábana que continúa vigente en gran parte del territorio argentino.

La lista sábana, además de gastar miles de millones de pesos en papeles para una innumerable cantidad de boletas durante cada acto electoral, distorsiona la intención de voto de los ciudadanos con el efecto arrastre. Este fenómeno permite que la boleta sea encabezada por un candidato de gran tracción de votos, pero que en la lista se incluya una gran cantidad de desconocidos, muchos de ellos con preocupantes prontuarios, y que sean beneficiados con una banca o un espacio ejecutivo tan sólo por el “arrastre” de votos de quien figura en el primer lugar.

Es, justamente, este mecanismo el que suele permitir el ingreso indiscriminado a espacios de toma de decisión de personajes desconocidos, recién llegados, familiares, y candidatos sin ningún tipo de experiencia política. La iniciativa de las embajadas argentinas alrededor del mundo propuso volver al debate con el objetivo de desterrar, de una vez y para siempre, a las listas sábanas. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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