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17 de noviembre de 2021 | Provincia

Triunfo histórico

Juntos cuenta los porotos en PBA

En la noche del 15 de noviembre, el tiempo fue un verdadero condicionante emocional. Hubo mucha tensión en la cúpula y entre militantes de Juntos.

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Casi sucumben a la tentación de prematuras bocas de urna adjudicados a consultoras reconocidas que circulaban tres horas antes del cierre de los comicios.  Esas diferencias, algunas superiores a los 15 puntos, no eran creíbles, pero tal vez ansiadas. 

Luego vino la dura realidad de analizar bocas de urna más profesionales que contrastaron no sólo con las anteriores, sino con las expectativas que indicaban, al menos, mantener una diferencia de 4 puntos sobre el Frente de Todos.

Finalmente vino la reflexión optimista de resaltar que había que ganar por diferencias más exiguas, pero había que ganar. “Se gana por un voto”, fue la sentencia más escuchada.

El altibajo emocional tal vez se explica desde una expectativa marcada por el resultado de las primarias, que dejó la vara muy alta.  Tal vez en un juego de trabalenguas circulaba en el imaginario militante que las PASO eran un piso a superar.  No se logró ese cometido, pero sí el del triunfo por una diferencia cercana al 1,5 porcentual.

A la meta de superar el “piso de las PASO” se le asocia otra pequeña frustración que es la de no haber alcanzado valores similares a los de los comicios del 2017. 

BALANCE POSITIVO

No fue suficiente, pero sirvió para mantener entre el 85 y 90 por ciento de las bancas. No es poca cosa, dicen, haber retenido cuatro de cinco escaños de senadores provinciales por la poderosa primera sección electoral (norte del conurbano), la que se volvió a ganar.

Otra vara alta la daba la séptima sección (centro provincial), donde el Frente de Todos araña al legislador de la minoría por apenas 7 u 8 décimas. Allí todo se enfoca en el futuro escrutinio definitivo.  Son pocas mesas, pero si en tal revisión baja el voto en blanco, ese senador por la minoría podría esfumarse y, con ello, el sueño del gobernador Axel Kicillof de tener un Senado empatado en 23 legisladores.

En la quinta, correspondiente a costa atlántica y alrededores, todo siguió igual. En los pagos del titular del comité provincia de la UCR, Maximiliano Abad, se consiguió un importante triunfo sobre el Frente de Todos que allí tiene a la reconocida referente de La Cámpora y titular de la ANSES, Fernanda Raverta.

En la cuarta, de donde vendrá como senadora electa y vice del comité provincia, Erika Revilla, también se hizo una importante elección, pero alguna de las cinco bancas actuales podría quedar en el camino. 

En el repaso para diputados provinciales, no es visto con malos ojos la conquista de seis bancas y en la octava sección (capital) se lamenta que se pierda una de las cuatro bancas en juego.  Igualmente la pelea de la revisión en el escrutinio será intensa, prometen en Juntos.

En la sexta, correspondiente al sur bonaerense, se lograron seis escaños, uno más que el oficialismo provincial y, en la segunda, donde hay un resultado también favorable a Juntos, se ganaron siete escaños contra cuatro del frente oficial.

El balance supera el piso mínimo de expectativas. Abre un panorama para poder establecer e imponer una agenda legislativa propia y en caso como los del Senado, podrá haber instancia de desempate, pero le deja a la oposición la voluntad de dar o no el quórum.  En buen romance, sigue igual la historia para aprobar pliegos de designación de magistrados, cargos en directorios de empresas estatales y en organismos de la constitución.

En Diputados hay que evaluar no sólo que el oficialismo tampoco tendrá quórum propio, sino que tendrá ante sí opositores con quienes habrá un diálogo con mucha tensión. Empezando por Juntos, pero también con los dos diputados que provienen de la izquierda y los tres liberales de derecha comandados por José Luis Espert.

TRIUNFO EMBLEMÁTICO

El provisional balance para un cuadro de situación es necesario para que los socios de la principal coalición opositora mensuren y valoren lo conquistado. Por sobre todas las cosas, se habla de un triunfo histórico tras haberle ganado a un peronismo unido o a la nueva versión devenida en el llamado kirchnerismo.

Para una victoria similar, tal vez haya que remontarse a 1997 con la Alianza UCR-Frepaso, cuando la oposición le ganó a la sociedad de menemismo y duhaldismo en pleno conurbano incluyendo a La Matanza y otros bastiones.

Mientras tanto, la UCR sigue festejando con sus socios del Pro de una manera distinta a la que podrían hacer desde Coalición Cívica, Confianza Pública y otros. El partido de Alem se toma su tiempo para futuras acciones. Se impone una larga pausa de varias semanas tal vez, en procura de extremar esfuerzos en el escrutinio definitivo.

LA LETRA CHICA

No obstante, saben que en diciembre habrá una realidad insoslayable sobre la cual, en algún momento Maximiliano Abad y la conducción partidaria deberán hablar con sus socios del Pro. Espera sobre varios escritorios algún documento con la nueva letra chica del contrato. Esto surge del incremento del capital accionario en la sociedad.

En ese sentido, el radicalismo acrecentará su incorporación de legisladores. Esto es porque se ganó con buenas diferencias en todo el interior. Salvo en la segunda sección que tiene predominio Pro, en las demás hay mayoría de tropa propia. Ese equilibrio condiciona la confección de la agenda legislativa y el modo de dar definiciones sobre economía, seguridad y educación entre otros tópicos.

En una UCR fortalecida, además, estará en la conversación alguien que compitió en las PASO contra el oficialismo y que volvió, aunque dice que nunca se fue y es el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Fue quien sacó la diferencia más abultada de juntos en toda la provincia.

No tan lejano en el tiempo estará la forma en que el radicalismo tomará un eventual diálogo con los liberales de Espert, a quienes desde el Pro los ven como una suerte de “primos lejanos”. Esa ya será una disputa filosófica y doctrinaria, pero no menor, porque es la que puede definir posiciones políticas y futuros programas de acción. 

Será ese un dilema a resolver para garantizar la cohesión de la alianza y para reforzar la condición de socio sustancialmente mejorado que adquirió la UCR tras un importante y difícil y arriesgado recorrido que decidió allá en junio cuando se animó a dar el paso con la candidatura de Facundo Manes. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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