Exactas UNLP: “Nos organizamos en equipos para ponernos a disposición de las autoridades sanitarias”

"Hacia febrero del 2020 veíamos que se acercaba la circulación de un virus que en ese momento desconocíamos y llegamos a marzo con un decreto del ejecutivo nacional donde se dictaba el aislamiento social, preventivo y obligatorio por lo observado que se producía en Europa. El ASPO en el área académica de nuestras facultades significaba una restricción al dictado normal de clases donde se dejó de asistir a las cursadas normales", inició el prosecretario de Políticas Sociales de la facultad de Exactas de la UNLP, Carlos Franca.

Y siguió: "A pesar de esto, nosotros seguimos participando de la gestión de la facultad, junto con el secretario de gestión universitaria, donde nos inclinamos por actividades relacionadas con el tema de la salud. De esta manera, inmediatamente cuando avanzaba esta situación con medidas anormales a lo que se venía desarrollando producto de la pandemia nosotros nos organizamos en diferentes equipos para ponernos a disposición de las autoridades sanitarias".

"Al hacer recorridas por diferentes espacios de salud, municipales y de otros ámbitos vimos que había una especie de choque en términos de tener a una población más vulnerable que, a su vez, se los convocaba a vacunarse con la vacunación antigripal. Entonces le propusimos a PAMI y a la UPA Nro. 6 de Los Hornos asistir a los adultos mayores con una vacunación casa por casa", afirmó. 

También, el funcionario de la facultad de Exactas agregó: "intervenimos en el estudio del virus, el Sars-Cov-2, de todo lo que ocurría en general en la pandemia observando a Europa básicamente, viendo lo que tenía que ver con elementos de protección y las medidas más adecuadas para evitar el contagio. Finalmente, estudiamos cuáles eran las herramientas que teníamos para fortalecer la defensa contra el virus, fundamentalmente lo que refiere al alcohol al 70 por ciento".

"Las personas que viven en condiciones más precarias para poder llevar adelante todas las actividades que conllevaba el aislamiento necesitaban insumos básicos que tienen que ver con el agua potable, una vivienda digna y amplia como para aislarse adecuadamente y la asistencia alimentaria ya que no se podía salir a comprar su alimento", añadió.

Finalmente, concluyó: "Después de la muerte de la militante social de la Villa 31, Ramona Medina, nos terminamos constituyendo con su nombre en una brigada que homenajea su pelea y lucha por las condiciones de vida de su comunidad. La salud es un estado de bienestar completo donde el mismo estado como institución debe intervenir para llevar la salud a los barrios, lo que nosotros llamamos salud comunitaria para hacer prevención". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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