Dólar descontrolado, escasas reservas y riesgo país en cifras récord

La gestión del ministro de Economía, Martín Guzmán, se acerca a un fin de año para el olvido. A pesar de las buenas intenciones, la administración de su cartera pareciera haber fallado en todos los frentes. Con la mirada puesta, desde el inicio del 2020, en una negociación exterior que no rindió los frutos esperados y una debacle total en el plano interno, el alfil del presidente Alberto Fernández continúa en la mira del arco kirchnerista.

El mes de noviembre cerró con un aumento del 2 por ciento en el dólar paralelo, estirando nuevamente la brecha cambiaria a un 99 por ciento, por encima de los 201,5 pesos. De poco sirvió el esfuerzo del Banco Central (BCRA) y las pocas estrategias que ensayó el equipo de Guzmán. La inclinación de los argentinos por la moneda norteamericana demostró ser más fuerte.

De hecho, la divisa aumentó en casi todos los meses del año, y venía de sufrir un incremento del 6,2 por ciento en el mes de octubre, cuando tocó lo que en aquel momento fue el récord histórico de 197,5 pesos. Treinta días después, y 72 horas antes de las elecciones de medio término, saltó a los preocupantes 207 pesos. Lo que ocurra de ahora en más y hasta el fin de año con la moneda será una incógnita, aunque la mayoría de los economistas aseguran que sería un éxito que no vuelva a pegar un salto considerable.

El escenario es ciertamente complejo. A los habituales factores de coyuntura que impactan en el último mes del año, se le suma el último vencimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos 1.800 millones de dólares. Este deberá combinarse, de algún modo, con las fiestas de Navidad y Año Nuevo, cuando usualmente aumenta la demanda de dólares y los aguinaldos de los asalariados que, si bien se espera que gran parte se los mismos se destinen al mercado interno, usualmente un porcentaje se utiliza para acceder a divisas frescas. Como antecedente, durante el 2020 el mes de diciembre marcó el pico de demanda de dólares.

La deficiente gestión de Guzmán se materializa en las reservas del Banco Central, que registraron saldos positivos en agosto, pero luego en las semanas previas a las elecciones de septiembre la tendencia se invirtió y, en los últimos tres meses, disminuyeron en más de 4 mil millones de dólares. En efecto, con la idea de poner “toda la carne al asador”, en el mes de septiembre el gobierno llevó adelante la irresponsable maniobra de perder 3.269 millones de dólares para el “Plan Platita”.

De este modo, el gobierno se apresta a terminar el año con la expectativa de que la cosecha de trigo alcance los 400 millones de dólares y se acredite un nuevo desembolso de los Derechos Especiales de Giro. La única esperanza para una gestión que en las últimas horas tuvo el dudoso honor de alcanzar los 1.900 puntos básicos del Riesgo País. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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