La política de la provincia de Buenos Aires no da abasto con las imágenes insólitas de sus propios dirigentes. Las escenas tragicómicas, en donde se mezcla la miseria y lo hilarante, parecieran cosas de todos los días.
Algo de esto ocurrió en Pigüé, ciudad cabecera del partido bonaerense de Saavedra, donde el intendente Gustavo Notararigo sufrió un masivo paro de empleados municipales, que reclamaban por una recomposición salarial. En consecuencia, el jefe comunal se quedó virtualmente sin trabajadores.
Lejos de intimidarse, el intendente se quitó el traje y se puso una bombacha de campo, unas antiparras transparentes y una chomba al tono, y salió a las calles a cortar el pasto por su cuenta, con una máquina que tomó él mismo del depósito. Pero no solo cortó el pasto, sino que al finalizar la tarea continuó levantando las bolsas de basura para llevarlas en su propia camioneta hasta la planta de reciclado.
Hasta el momento, el conflicto con los municipales no se terminó de resolver. De acuerdo al gremio local, el reclamo es el de una recomposición salarial y la oferta hecha desde el municipio no terminó de convencer a los dirigentes sindicales. Lo que ocurra esta semana, permanece como una verdadera incógnita. (www.REALPOLITIK.com.ar)