Viernes 19.04.2024 | Whatsapp: (221) 5710138
13 de diciembre de 2021 | Nacionales

Sin unidad

CFK y la imperiosa necesidad de despegarse del acuerdo con el FMI

La división del Frente de Todos es indisimulable, y poco hacen los distintos sectores para ocultarlo. En el evento organizado por la CGT en plaza de Mayo el 17 de noviembre Alberto fue único orador, pero Cristina brilló por su ausencia, mientras que La Cámpora apareció en medio de la alocución presidencial para interrumpirlo y generar cierto caos.

facebook sharing buttonCompartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing buttonCompartir
telegram sharing buttonCompartir
print sharing buttonImpresión
gmail sharing buttonCorreo electrónico

El pasado viernes 10 de diciembre en el mismo escenario, la CGT no acompañó institucionalmente, aunque estuvieron juntos Alberto y Cristina, con “Lula” Da Silva y José “Pepe” Mugica como invitados estelares. 

Lo de “estuvieron juntos” es un eufemismo, ya que la confrontación se percibía en el aire. Más allá del tono cordial que la vicepresidenta le dedicó a Alberto, para inmediatamente marcarle la cancha de manera brutal, tal cual es su característica.  Después de las habituales autocelebraciones y críticas virulentas al macrismo, Cristina alentó a los participantes: “Salgan a la calle cuando tengan que defender sus derechos”.

¿Defender sus derechos de la amenaza de quiénes? Aunque no lo explicitó, quedó muy claro. Del gobierno de Alberto Fernández.

Cristina aseguró que “a la Argentina no le faltan dólares, los dólares argentinos están afuera por evasión; necesitamos que el Fondo nos ayude a recuperar esos dólares”. Y allí vino el primer cachetazo: “Presidente comprométase para que cada uno de los dólares que se fugaron sea para pagarle al Fondo”. Y, no conforme con esto, también le bajo línea a las demás fuerzas políticas, al remarcar que “todos los partidos políticos con representación parlamentaria le digan al Fondo que no se va a aprobar ningún acuerdo que no permita la recuperación”.

También aprovechó el escenario público para indicarle al presidente como debería proceder en adelante. “Usted tiene que convocar a un Gran Acuerdo Nacional Argentino, a un GANA. Tenemos que abordar los problemas de esta economía monetaria. Quiero que los argentinos nos sentemos. No es un problema ni de izquierda ni del centro ni de derecha. Es un problema estructural”.

Por último, subrayó la inconsistencia y facilidad para extraviarse del camino correcto de Alberto Fernández. “Este día de la democracia tiene que ser el compromiso del pueblo. Un presidente puede ser muy inteligente y capaz, pero necesita de la participación popular para llevarlo por el buen camino. Salgan a la calle cuando tengan que defender sus derechos”.

En su alocución quedó muy claro que Cristina no sabe cómo hacer para despegarse del acuerdo con el fondo sin sacar los pies del plato. En términos reales, eso es imposible. O pasa a la oposición y critica, o acompaña. Quiere que Alberto sea el responsable, y continuar como aliada y opositora, lo que es imposible sin provocar una crisis institucional irreparable. 

“Lula” trato de acercarlos porque sabe que la actitud caprichosa de Cristina puede llevar a una salida anticipada del gobierno, ya que imposible gobernar con una aliada que se empeña en socavar la autoridad del presidente. 

Cristina tiene una larga experiencia en actuar de este modo irracional: ya lo hizo con Daniel Scioli, para impedir que llegara a la presidencia en 2015. Pero su trato hacia Alberto es más patético aún. Constantemente la vicepresidenta está consumiendo aceleradamente lo que le queda de su capital electoral. 

Y, lo que es peor, quiere obligar a Alberto a hacer algo que ella misma no tiene en claro: si quiere que el presidente se sacrifique acordando con el FMI, o que lo haga evitando llegar a un el acuerdo. Lo que está claro es que si continúa con estas actitudes el Frente de Todos terminará estallando y el gobierno actual podría desembocar en una Asamblea Legislativa.

Lo peor de todo es que los miembros de su congregación están convencidos de que el discurso de Cristina del pasado viernes fue el lanzamiento de su candidatura presidencial para 2023. 

En un sistema donde cuentan los votos para llegar a la presidencia, espantar a la sociedad y fracturar las alianzas no parece ser una estrategia muy racional. Salvo en la mente de la ex presidenta y de La Cámpora. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!