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21 de enero de 2022 | Opinión

Un flagelo repetido

Mujeres, madres, abuelas y el crimen como elemento común

“Era solo una bebé”. “Sinvergüenza asesina”. Dos simples pancartas que denotan realidades hasta hace tiempo difíciles de imaginar, hoy constantemente repetidas en la modernidad. La noticia tenía un nombre como principal protagonista: Milo, estrangulado por su madre en el barrio de Parque Patricios, Ciudad de Buenos Aires.

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por:
Héctor Costa

Contando con denuncias por violencia de su ex pareja, y próxima a perder la tenencia de su hijo, la madre biológica del niño tras reiterados episodios de violencia se convirtió en la principal apuntada por el crimen. El lunes 10 del corriente, en vistas a su preocupación por las represalias que la mujer pudiera tomar en contra de su hijo y a fin de lograr la guarda del mismo, sería la primera ocasión en la que su ex marido daría cuenta de una denuncia formalmente en la comisaría cuarta de Parque Patricios. Acercándose la justicia hasta el domicilio, la causa llegó hasta ahí. Las explicaciones radicaron en que “fueron a verlo, pero, dentro de todo, en ese momento el nene estaba bien”. En la fecha actual, la madre de Milo, acusada, fue detenida y trasladada a la alcaldía 12 B de la Policía de la Ciudad.

Un hecho similar en características ocurriría en Ingeniero Bunge, provincia de Buenos Aires, donde el “Mátenla, mátenla” de la voz popular no tardaría en imperar, conllevando una acusación a la abuela acusada de estrangular a su nieta de, apenas, tres meses. En un video subido a las redes sociales una extensa cantidad de individuos golpeaban de modo brutal a quien oficia como acusada. Los peritos de la delegación Lomas de Zamora de la Policía Científica identifican que la niña, Ana María Patiño Fabro contaba con marcas en la zona del cuello asociadas a un estrangulamiento. Asimismo, tenía lesiones en el rostro. Aguardando los resultados de la autopsia realizada al cadáver de la menor para confirmar las causales del fallecimiento, se investiga si hay más personas involucradas en el suceso vivenciado.

En tanto, compleja olvidar la situación acontecida por Lucio Dupuy, el niño de cinco años de edad asesinado potencialmente por su madre y la pareja de la misma. Al hacer mención a los datos materializados por la autopsia, en la misma se apreciarían politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, siendo las mismas tanto de vieja como de reciente historicidad. Según lo dispuesto por el perito forense, Juan Carlos Toulouse, sufrió paralelamente abuso sexual. Haciendo hincapié en la historia clínica del niño, el 15 de diciembre del año 2020 había sido asistido por “traumatismos de miembro superior” en el hospital Evita. Seguidamente, el 18 del mismo período, en el hospital Molas el análisis clínico arrojó una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano”, lo que invita a considerar fácticamente que se vivenciaba el hecho a la postre ocurrido con anterioridad, y nada se hizo al respecto.

Se trata de un flagelo que desnuda un hecho inconcebible en la modernidad, sin parangón alguno en los últimos períodos anuales. Entre las razones que llevan a las madres a la realización de tales crímenes, la psiquiatría forense aporta varias causas. Según investigaciones rusas de dicha rama, el 89 por ciento de las mujeres que cometen infanticidio provienen de familias pobres; hilando más profundo, el 85 por ciento tuvo problemas en sus matrimonios. Así, los profesionales observarán una vinculación específica entre tales cifras: mentiras, discusiones, peleas, resentimiento son considerados los principales bastiones, acompañado ello por embriaguez a lo largo del curso de su adolescencia, lo que repercute clínicamente en ello, arrastrándolos como mujeres de edades adultas en el seno de su propia familia. En consecuente las complejas relaciones con los padres podrán esbozar la raíz de la agresión contra un bebé, siendo ello más que oculto por las madres infanticidas con un exceso de amor. Un flagelo como se ha dicho que caracteriza una instancia histórica ya per se compleja, y que debe requerir del apoyo estatal y los servicios públicos para detenerlo. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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