Juan Manzur, víctima del boicot presidencial

La pérdida de peso específico del tucumano fue provocada por el propio presidente, al designar como portavoz a Gabriela Cerruti, lo que significó separarlo de hecho de su función como vocero del gobierno nacional, ante el peso creciente que estaba adquiriendo su figura como posible candidato presidencial del Frente de Todos en 2023.

Pese a los buenos auspicios iniciales, la llegada de Manzur a la jefatura de Gabinete dañó notablemente su capital político, ya que no sólo no consiguió consolidarse a nivel nacional, sino que perdió considerable terreno en la interna con el vicegobernador Osvaldo Jaldo. Ahora Manzur pretendería retomar a su provincia para retomar el ejecutivo y realizar un control de daños.

Desde el gobierno nacional se negó esta información, ya que una crisis en el gabinete sería una pésima señal en el momento en el que debe definirse qué actitud se tomará respecto del FMI, con corrida del dólar y caída brusca de las cotizaciones de las empresas argentinas en Wall Street.

En las cercanías de Manzur dejaron trascender que la especie era veraz. "La salida no es urgente y será acordada con el presidente antes del fin del verano”. Sin embargo, el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme, expresó un juicio absolutamente contrario: "Es absolutamente falso”. Y agregó: "Primero diría que no es una noticia. La noticia es algo que sucede en la realidad. No es una noticia seria. Segundo, le puedo decir lo que yo sé: la relación del jefe de Gabinete con el presidente es muy buena”.

Sin embargo, no es un secreto que Alberto Fernández se sintió amenazado por el intento de “copar la parada” que realizó Manzur ni bien asumió. Después de las PASO se le impidió realizar nuevas reuniones de gabinete, se le impuso un silencio de radio y fue excluido de las negociaciones con el FMI. En cambio, Santiago Cafiero retomó su función de jefe de Gabinete en las sombras y hasta viajó a los Estados Unidos a reunirse con el ala política del gobierno norteamericano.

El boicot hacia Manzur llegó al punto de que varios ministros próximos al presidente no le atienden el teléfono, fue excluido del viaje presidencial a Roma y Glasgow, no ha sido convocado hasta ahora para la gira por Moscú y Beijing, y tampoco se le permitió hacer uso de la palabra en la reunión con gobernadores provinciales en la que el presidente y el ministro Martín Guzmán informaron sobre la situación de la negociación con el FMI.

Manzur le manifestó su descontento con el trato que se le dispensaba al presidente, quien –tal como es su estilo- negó cualquier tipo de antipatía hacia él. Sin embargo, Manzur fue excluido del viaje presidencial del 18 de enero a San Juan,  en el que Alberto Fernández  lanzó un cluster público-privado de energías renovables junto al anfitrión, Sergio Uñac, y los gobernadores de las otras cinco provincias participantes: Río Negro, Neuquén, Mendoza, Catamarca y La Rioja.

En esa ocasión  acompañaron al presidente, además del secretario de Energía, Darío Martínez, los ministros Martín Guzmán, Matías Kulfas y Eduardo "Wado" De Pedro.

Más aún, fue tal la trascendencia que tuvo el rumor de la salida de Manzur que fue agregado a último momento a la delegación oficial que participó del acto en Morón en el que Alberto Fernández anunció junto al ministro de Educación, Jaime Perczyk, la política de vacunación de los estudiantes para garantizar el 100 por ciento de presencialidad en el ciclo escolar 2022. En la comunicación oficial distribuida este mismo lunes a la mañana, Manzur no estaba incluido.

El problema que plantea la salida de Manzur no es sólo por el impacto que provocaría en el punto culminante de las negociaciones con el FMI. Su eventual reemplazo también levantará polvareda en la interna del Frente de Todos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

APOYÁ A
REALPOLITIK

Periodismo independiente.
Información sin censura.

COLABORÁ DESDE $290 POR MES

COMENTÁ / VER COMENTARIOS