“Tensiones y matices” en el Frente de Todos

En el albertismo creen que la negociación implicó una victoria política, tanto en el plano interno como en el internacional. En el interno lo computan como un triunfo contra la vicepresidenta. En el externo, como un provechoso acercamiento con el gobierno de los Estados Unidos, que les permitirá dar mayor coherencia a su política exterior y diluir la influencia de la ex presidenta.

A tal punto creen en su victoria, que uno de los principales referentes del albertismo, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, salió a admitir que todo el proceso de negociaciones y los términos del cierre con el FMI profundizaron la interna en el Frente de Todos.

Respetando el guión oficial, Katopodis afirmó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no afectará la inversión en la obra pública en el país. Y no olvidó exigir que Juntos por el Cambio "haga una autocrítica". Pero lo más sustancioso de su intervención fue el segmento que tuvo como eje a Cristina Fernández de Kirchner. 

Y es que si bien gobernadores, intendentes, funcionarios, voceros del FMI, referentes de la oposición y ex presidentes de los países vecinos salieron a dar sus puntos de vista, Cristina  mantuvo su silencio sepulcral.

Los medios opositores y varios líderes de Juntos por el Cambio llamaron la atención al respecto y exigieron conocer su punto de vista ante el próximo tratamiento de tema en el Congreso Nacional.

El gobierno no pudo dilatar más la cuestión, y este domingo Katopodis salió a responder. Sus palabras demuestran la nueva etapa en que se autopercibe el gobierno nacional. Aceptó que existen “tensiones y matices” en la coalición oficial, pero les bajó el precio. Entrelíneas instaló la percepción de que el poder de Cristina está devaluado.

“El día que no estén esas diferencias y matices seguramente no haya más Frente”, sentenció Katopodis. Para agregar que, desde el gobierno nacional, “prefieren enfocarse en la gestión antes que en las internas”. “La meta no es eliminar esas tensiones, sino gobernar para la gente”, enfatizó.

Es la primera vez que un referente destacado del albertismo admite los cortocircuitos explícitamente. Y no se quedó en eso, ya que también afirmó que las controversias surgen de las “distintas miradas” sobre la “direccionalidad del rumbo” que debe tomar la gestión de aquí en adelante.

Desde la Casa Rosada dejaron deslizar que, tras el viaje a la China y a Rusia, las cosas estarán más claras y que no sería de descartar que se acentúe el proceso de definiciones dentro de la alianza. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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