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31 de enero de 2022 | Nacionales

Vivir del estado

La esposa de Felipe Solá y sus vínculos empresariales con Capitanich

Días atrás, el ex canciller Felipe Solá anunció que denunciará en la Justicia Penal al turista que lo escrachó durante sus vacaciones en Costa Rica junto a su eposa María Helena Chaves, acusándolo de “ladrón”. Claramente, hace tiempo que el ex gobernador dejó de mirarse el ombligo.

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Aunque perfil bajo, la esposa de Felipe Solá, María Helena Chaves, es concejal de General Rodríguez. Pero además, participa y se mueve en el mundo político empresarial desde hace mucho tiempo. REALPOLITIK indagó en el pasado y su vinculación con dos empresas proveedoras del estado: Spot Comunicaciones SRL y Beta Publicidad SRL, luego conocida como Beta Publicidad SA.


La esposa de Felipe Solá cobra casi 100 mil pesos como concejal de General Rodríguez.

Beta Publicidad SRL es una empresa creada por la esposa de Felipe Solá y María Julia Grosso en el año 1999, abocada a prestar servicios como “agencia de publicidad integral y servicios de producción de películas cinematográficas y en otros soportes audiovisuales, distribución, exhibición y comercialización de películas, avisos y documentales, y cualquier otro tipo de producto audiovisual”.

A comienzos del año 2001, María Julia Grosso transfirió a Jorge Capitanich -en aquella época casado con Sandra Mendoza- y a un tal Raúl Alberto Fernández 166 cuotas sociales. Lo propio hizo Sabrina Reynoso, quien les cedió a ambos otras 500 cuotas. Poco después, “Coqui” asumiría el ministerio de Economía, Desarrollo Social, Trabajo y Salud de la Nación Argentina en una de las épocas más sombrías de la historia argentina.

Para ese entonces, Capitanich ya marcaba su propio derrotero: había sido mano derecha del gobernador Danilo Baroni y desempeñado el cargo de subsecretario dentro ministerio de Desarrollo Social durante la presidencia de Carlos Menem.​ En 1994 fue enviado a gestionar el Banco de Formosa en la previa de su proceso de privatización, donde sufrió varias denuncias por el vaciamiento de dicha entidad con préstamos otorgados de forma ruinosa.

Quizás por ello no llame la atención que Sabrina Reynoso compartiera sociedad junto al cuestionado Martín José Cortés en Neogame SA, propietaria del hotel Casino Howard Johnson de la capital formoseña. Casualmente, Cortés fue vocero del gobierno bonaerense durante la gestión de Felipe Solá y durante aquellos años se convirtió en accionista, director y presidente del Banco de Formosa.

Cortés fue acusado de haber cobrado una coima de 2.265.120 pagada por The Old Fund en beneficio de Gildo Insfrán, la empresa "fantasma" de asesoramiento de Alejandro Vandenbroele, presunto testaferro del ex vicepresidente Amado Boudou.

Hoy, María Helena Chaves volvió a asumir como gerente y socia mayoritaria de la empresa. Aunque las cifras oficiales dejan mucho que desear, pues todo pareciera indicar que la esposa de Solá trabaja a pérdida.

En su última declaración jurada, Beta Publicidad aseguró haber ganado 181 mil pesos, teniendo tres empleados, dos de los cuales ganan por debajo de la mínima. Sin embargo, confusamente, en la manifestación de bienes, esta empresa declaró una facturación de entre 500 mil y un millón de pesos.

En 2012 y 2014, la AFIP le realizó a la empresa sendos juicios por evasión impositiva y ejecución fiscal. Uno de ellos fue archivado, el otro todavía figura en letra.

Como no podía ser de otra manera, Beta Publicidad fue creada para trabajar como proveedora del estado y en numerosas ocasiones recibió pauta oficial para la difusión de actos de gobierno.

PROYECTO FALLIDO

Beta Publicidad no fue el único intento de la esposa de Felipe Solá por proveer servicios al estado. De hecho, por aquellos tiempos también creó Spot Comunicaciones, donde oficiaba de accionista mayoritaria.

Poco antes de blanquear su relación amorosa con Felipe Solá, quien ocupó la vicegobernación entre diciembre de 1999 y enero de 2002, para luego asumir el máximo cargo del gobierno bonaerense hasta 2007, María Helena Chaves también fue beneficiada con publicidad provincial.

Como no podía ser de otro modo, Chaves además ocupó diversos cargos en el estado e incluso fue apalancada por su marido para convertirse en legisladora provincial, proyecto que jamás logró cumplir. Lo propio hicieron los hermanos de María Helena, Guillermo y Juan Pedro: el primero fue jefe de Gabinete de Solá en Cancillería, el segundo recorrió distintos cargos, incluyendo una banca de concejal en la capital bonaerense de la mano de Unión Pro, en épocas en la que el esposo de Chaves naufragaba en el peronismo de derecha junto a Francisco De Narváez.

La historia de Spot Comunicaciones llegaría a su fin en 2017, cuando María Helena Chaves decidió disolver la sociedad. Llamativamente, en aquel acto se designó como liquidadora a Sabrina Reynoso.

Finalmente, vale destacar que la actualidad impositiva como persona física de la esposa del ex canciller tampoco es demasiado alentadora: para ARBA, María Helena Chaves está en presituación judicial, categoría 3, por no honrar sus deudas con el fisco. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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