Polémica por campaña del gobierno bonaerense que incentiva el consumo de drogas

El control de la venta y el consumo de drogas por parte del gobierno bonaerense ha sido, en el mejor de los casos, deficiente. A pesar de las alarmantes cifras que marcan un aumento de la utilización de estupefacientes por parte de los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires durante la cuarentena, no han existido hasta el momento políticas públicas adecuadas que alcancen a la problemática.

En este escenario, la subsecretaria en Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud, Julieta Calmels, lanzó una polémica campaña que dejó en el ojo de la tormenta, una vez más, a la gestión del gobernador bonaerense Axel Kicillof.

En el marco del programa ReCreo, que apunta a potenciar y promover las actividades culturales y turísticas de los 135 municipios de la provincia, Calmels lanzó una placa a través de las redes sociales que fue duramente criticada tanto por la oposición como por organizaciones de recuperación de adictos.

“Anticipate a disfrutar como te gusta, sin poner en riesgo tu salud. Las sustancias psicoactivas pueden modificar tu percepción”, asegura. Como si de una verdura o de una bandeja de alimento en un supermercado chino se tratara, Calmels además propone “conocer el origen de lo que consumís”, para que los adictos continúen con su adicción, pero “con sumo cuidado”.

“Lo que propone la subsecretaria es de una irresponsabilidad mayúscula. Un adicto a sustancias psicoactivas es, justamente, una persona que no está en control de los demonios de su propia mente. Ya no se droga porque quiere, de una forma consciente y cuidada, sino lo hace porque no puede evitarlo. De este modo, pedirle que antes de comprar droga (que suele hacerse en ámbitos marginales, a las apuradas, en un contexto de urgencia) consulte el origen, es francamente ridículo”, aseguró a REALPOLITIK la directora de un reconocido centro de rehabilitación de la ciudad de La Plata.

Las críticas no se hicieron esperar. Incluso los propios seguidores de Calmels dejaron en evidencia el papelón. “¿No era mejor y más sano pedir que no se consuma?”, consultó un usuario. “Vivimos en un país en el que los ministerios de Salud promueven el consumo. Qué bajo caímos”, aseguró otro.

La propuesta de la subsecretaria cayó en el momento menos indicado. Recientemente, y tras el consumo de cocaína adulterada, al menos veinte personas fallecieron y decenas se encontrarían internadas en los partidos bonaerenses de Hurlingham, Tres de Febrero y San Martín. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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