Municipales
"La gente no va a poder comer ni pan"
Hebe de Bonafini atendió al gobierno por el miserable aumento de las jubilaciones
El jueves pasado el gobierno nacional anunció, entre bombos y platillos, el nuevo aumento en las jubilaciones. El presidente Alberto Fernández, acompañado de la titular del ANSES, Fernanda Raverta, informó en tono triunfal que el incremento será del 12,28 por ciento.
"Anunciamos el primer aumento de la movilidad jubilatoria de 2022. Es de un 12,28 por ciento en jubilaciones, pensiones y asignaciones y alcanza a más de 16 millones de argentinas y argentinos. Todas las jubiladas y jubilados empezarán el año ganándole a la inflación”, celebró el mandatario.
Claro está que las jubilaciones y pensiones, en su mayoría, están por debajo de la línea de pobreza, y que el aumento otorgado –y más aún el tono celebratorio del presidente- parece una burla para quienes han trabajado toda su vida. Las críticas inmediatamente llegaron de todos lados, sobre todo al señalarse que la pauperización aún mayor de los jubilados es una de las condiciones aún no escritas impuestas por el FMI.
Pero quien mayor énfasis puso en su crítica fue Hebe de Bonafini, quien salió con los tapones de punta contra Raverta. “Me da risa porque dijo que le aumentó a los jubilados. Me gustaría hablar con Raverta, a ver qué puedo comprar con mi sueldo de jubilada. ¿Tiene idea de lo que ganamos los jubilados esa chica? 3 mil pesos nos aumentaron, no sé si se dan cuenta de lo que hablan”, enfatizó, visiblemente ofuscada, la titular de Madres de Plaza de Mayo.
Y ejemplificó la magnitud real del “aumento” que tanto celebró el gobierno nacional. "Resulta que con el aumento comprás un kilo y medio de carne, un pollo y medio, y no podés comprar otra cosa. Es terrible. El kilo va a pasar a valer 400 pesos. Estamos todos locos. La gente no va a poder comer ni pan”, puntualizó.
E inmediatamente lanzó su crítica al principio de acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario internacional: “Resulta que hay 120 personas del Fondo metidas en Argentina que nos van a controlar cuántos metros de papel higiénico gastamos cuando vamos al baño”, reflexionó en tono satírico. Y, para concluir, lanzó su consigna: “No hay que pagar la deuda”.
Sin embargo, la dirigente no dijo una palabra sobre las jubilaciones y pensiones de privilegio, como las que recibe la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien percibe mensualmente el equivalente a unas 120 jubilaciones mínimas en tal concepto.
Vale la crítica al acotado aumento. Pero hay que mirar la realidad con ambos ojos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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