El camino radical a la institucionalización bonaerense de Juntos

Muchos aluden a la calificación de “debatida” y, tal vez “resistida” necesidad, porque no se concreta el funcionamiento en equipo que daría una mayor formalidad a la alianza. La que permita constituir autoridades, al menos provisorias y alguna mínima declaración de principios constitutivos.

No estaría mal, dicen, la constitución provisoria de autoridades porque haría falta algún mecanismo más avanzado para la sustentación y legitimación de quienes conduzcan aunque, en principio, existen referentes que registran algo más que un capital simbólico.

Al igual que en Nación, esto ocurre porque van asomando a esa vidriera representantes que tienen el respaldo incuestionable de sus respectivos partidos políticos.  En el caso del radicalismo, el que legitima con creces su presencia es el actual titular del comité provincia, Maximiliano Abad, porque llegó tras las famosas internas de marzo del 2021.

En el camino de sentar a pares de autoridades partidarias se está sumando por estas horas el flamante reelecto presidente del Pro bonaerense y ministro de Gobierno en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri.

Macri recibió un fuerte respaldo de todos los sectores, en especial del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien cumplió con su promesa política de darle ese respaldo partidario. Fue a cambio de que el ex intendente de Vicente López resignara competir en las recientes primarias legislativas contra el hoy diputado nacional, Diego Santilli.

Además de los mencionados referentes institucionales partidarios de UCR y Pro, la sumatoria se completará con las autoridades de la Coalición Cívica ARI, como el senador provincial Andrés “Pato” De Leo, y el Peronismo Republicano que tiene en el también senador bonaerense, Joaquín De La Torre un posible interlocutor.

Al día de hoy, pelean por un lugar ante la mesa provincial, el GEN de Margarita Stolbizer –quien logró ubicar una senadora provincial como Lorena Mandagarán– y el partido del diálogo de Emilio Monzó que tiene a los legisladores Marcelo Daletto y a Martín Rodríguez Yelpo como lugartenientes. No se sabe qué pasará con el Partido Socialista cuyo oficialismo provincial apoyó la coalición Juntos en las elecciones aportando precandidatos en lugares muy simbólicos.

DOS GRANDES POLOS

Tras repasar una posible constitución de la mesa bonaerense, se reactiva la intriga por la dimensión del papel que desempeñará el radicalismo en ese ámbito de decisiones, las que luego serán leídas entrelíneas por todo un mundo institucional y político.

En el aspecto legislativo está claro que el radicalismo insistirá en su criterio por intensificar su monitoreo de políticas públicas del gobernador Axel Kicillof y están decididos a seguir atacando lo que consideran que fue una mala gestión sobre la pandemia y la recuperación económica y, por supuesto, avanzarán con su gran caballito de batalla que significa la discusión sobre presencialidad en las clases. Con el actual discurso del director de Escuelas, Alberto Sileoni, sobre la vuelta a la normalidad, en el partido centenario están más que exultantes porque consideran que tiene un debate ganado ante la sociedad.

Por lo pronto, Abad entiende que el partido que conduce ya reviste con creces el liderazgo de uno de los polos que se consolidan en el espacio. Se siente en plena puja con el Pro y anticipando una madre de todas las batallas para las elecciones del 2023. “Con candidato a presidente y gobernador propios”, según se ha comprometido Abad ante sus correligionarios.

Ahora, las cartas echadas sobre la mesa indican que el resto de los seguidores de la coalición no pueden ignorar que se deben sumar a uno de los grandes socios o los amarillos o los “boinas blancas” y no hay terceras opciones.

AMPLIACIÓN CONTROLADA

También desde la perspectiva electoral, la discusión vira hacia algún clima tormentoso. En este sentido, el radicalismo deberá enfrentar los embates de muchos de sus socios de sugerir que se amplíe por derecha una coalición electoral que quiere garantizar una recuperación del poder en la provincia.

El debate no es tanto por Javier Milei que en territorio bonaerense tuvo una insignificante cosecha, sino por un José Luis Espert que con su 7,50 por ciento de los últimos comicios espera con ansiedad un diálogo sobre futuros armados.

En política no siempre uno más uno es dos. Sin embargo, y a la luz de los últimos resultados, si la coalición Juntos suma a Espert y a Cynthia Hotton, que obtuvo 2,94 por ciento, estaría ganando cómodamente una compulsa para una provincia donde es gobernador quien saca un sufragio más que su oponente.

En medio de un discurso radical que viene rechazando, en general, una “ampliación por derecha” de la coalición, Abad debe meditar una actitud de resistencia un tanto controlada que no lo muestre como un caprichoso en un contexto en el cual Juntos no ha debatido doctrina profunda, sino respuestas a situaciones coyunturales bajo un paraguas en el cual el Pro siempre impuso su criterio dominante.

Por este y otros motivos, se avecinan momentos muy desafiantes para los cuales la UCR tiene mucha preocupación por aportar definiciones y propuestas para ofrecer a sus socios, antes de que estos le quieran imponer discursos consumados que luego sean “legitimados” en la agenda mediática y en el universo del electorado opositor. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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