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11 de marzo de 2022 | Historia

Expansión de la URSS

La creación del bloque socialista tras la Segunda Guerra Mundial

A la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en virtud del reparto geopolítico entre los vencedores que se denominó “Guerra Fría”, los países del este, a excepción de Yugoslavia, quedaron en la órbita de la URSS.

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por:
Alberto Lettieri

Los acuerdos que la Unión Soviética impuso después de la guerra a los antiguos aliados (Hungría, Bulgaria y Rumania) y a las víctimas del Eje -Checoslovaquia y Polonia-, permitieron a la gran nación comunista ampliar su poder hacia el oeste en un límite geográfico más extenso que el imperio zarista. En todos estos países, el pasaje al socialismo fue producto de medidas de carácter gradual e inicialmente establecieron economías mixtas.

La URSS se preocupó de establecer contacto con los países de reciente descolonización. De esa manera, los Estados de Yemen del Norte, Siria, India, Irak, Afganistán y Egipto, fueron rápidamente tentados para una política de acercamiento al bloque soviético. Sin embargo, esta línea de acción de Moscú se encontró con límites muy precisos: los países descolonizados tenían un tinte nacionalista y no deseaban tener un nuevo amo. Esto generó el nacimiento del Bloque de Países No Alineados que, impulsados por la India y Egipto, propugnaban una política autónoma de los bloques soviético y norteamericano.

Este grupo de países fue llamado el Tercer Mundo en oposición al primero, capitalista, y al segundo, socialista. Con el correr de los años el término Tercer Mundo se asoció con los países no desarrollados, aunque inicialmente éste no fue el objetivo buscado.

Al interior del bloque soviético, la marcha de las cosas serían tan escabrosas como en el bloque rival. Durante la vida de Stalin, se creó un régimen rígido controlado desde el Kremlin, donde las repúblicas integrantes, si bien estaban sometidas, tenían algún grado de participación. Para el resto de los países, la política hegemónica fue la sumisión a los dictámenes del gobierno central. Esto repercutió inmediatamente en los países satélites. Yugoslavia sería la primera en expresar su insatisfacción, por lo cual se le permitió, a regañadientes, una política nacionalista más autárquica. Con China, el conflicto entre poderes fue inmediato pero Stalin logró conciliar con Mao Tsé Tung. Esto se revirtió con la muerte de Stalin (1953) y el ascenso de Nikita Kruschev.

Con una política más rígida y coercitiva, la separación de China respecto del bloque soviético no se hizo esperar. La represión a los movimientos disidentes fue una constante de su política, como en el caso de Hungría, y más tarde su sucesor lo haría con Checoslovaquia y Polonia. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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