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11 de marzo de 2022 | Opinión

“Otra vez... inmensa pena”

Las paradojas del peronismo, entre las piedras

Hoy el peronismo es, en el fondo, una Iglesia sin Papa. Una iglesia donde distintos oradores pueden utilizar su propia simbología, oradores que encarnan distintas corrientes y que tienen (o tenían) una capacidad fisiológica para ganar elecciones.

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por:
Javier Barragán

Y digo tenían porque como lo reconociera la propia vicepresidenta en una carta abierta, en las últimas elecciones legislativas, “el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes”.

Y es que el peronismo es cosa de magia. Puede salir de la galera como conejo o quizás como paloma. Puede volcar sus militantes a la calle para exigir el no pago de la deuda externa y luego entregar miles de millones al Fondo Monetario Internacional o al Club de París con el aplauso de esos mismos militantes.

El peronismo puede ser fiel e infiel a sí mismo. Así lo demuestra la vicepresidente, con el video en que evidencia la pedreada a su despacho: “Otra vez... inmensa pena”.

Un video cargado de simbología popular: se muestran 2 libros, uno de Perón y otro de Evita con vidrios dispersos sobre ellos, un cuadro con la imagen de Maradona desprendida por algún impacto.

Símbolos peronistas por excelencia, junto a la marcha, el bombo, y el choripán, por qué no.

Y es que “solo un verdadero peronista es capaz de entonar la marcha. Aunque la marcha suene como rock and roll, chachachá o música electrónica, dependiendo de las modas, según quien la toque y el momento histórico”, dice el periodista Carlos Tromben.

“Paradójicamente fue mi despacho el que atacaron”, replica Cristina en el video, “siendo yo quien alejó del país a los fondos buitres, al FMI, cumpliendo el legado de mi compañero Nestor Kirchner”.

Ello seguido de una larga crítica al FMI, luego de pedirle dinero, obviamente...

Quizás esto la acerca a la definición que proporcionó David Lipton, ex gerente interino del FMI sobre los políticos argentinos: “Los argentinos son estafadores simpáticos”, dijo el norteamericano en 2018 antes de largar los dólares.

Y es que el acuerdo de Macri con el Fondo es exactamente igual al que firmó Néstor Kirchner en el 2003, es igual al acuerdo que firmó Carlos Menem y a todos los acuerdos anteriores.

A su vez, luego de aquel fallo del entonces juez Griesa que favoreció a los holdouts en el año 2012, el kirchnerismo no hizo más que pagar a los fondos buitres, después de haber jurado y recontrajurado durante años que no se les daría un dólar.

Con todo, paradojas de este fenómeno político que es el peronismo... cosa de magia. (www.REALPOLITIK.com.ar)

 

(*) Por Javier Barragán, licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales (UCALP), Maestrando en Relaciones Internacionales (UNLP). 


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