Etiquetado Frontal: “Si la ley es eficaz, se espera que vaya a tener un impacto en la compra”

"Hay un plazo de nueve meses para que las empresas empiecen a implementarlo, introduciendo una política de advertencia para aquellos alimentos envasados de manera que el consumidor pueda observar el contenido de algunos nutrientes críticos que se encuentran vinculados al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles", inició la nutricionista Ayelen Borg.

La experta en nutrición continuó: "Este tipo de enfermedades devienen de los hábitos alimentarios, los consumos excesivos de lo que sería calorías, grasas, azúcares o sodio". Y agregó: "Esto nace en un contexto poblacional donde el sobrepeso y la obesidad es de un 70 por ciento en adultos y un 40 por ciento en los chicos. Hay una mala calidad en la alimentación donde comemos mucho de lo que no deberíamos comer".

Recapitulando acerca de la discusión que determinó el surgimiento de la concreción de la futura ley, dijo Borg: "En Argentina en 2016 empezó el debate si esta estrategia de etiquetado que se empezaba a implementar a lo largo del mundo con diferentes modelos podía introducirse. Fue en el 2016 que empezó el debate con distintos actores como las empresas, el sector político y el académico para pensar el mejor modelo".

En este sentido, detalló que "fueron años de debate donde se sugirió que lo mejor era poner los sellos negros y va a pasar que en unos meses vamos a ver algunos productos con unas etiquetas en el paquete que van a indicar el exceso de nutrientes de grasas totales, grasas saturadas o de calorías", explicó. 

A su vez, la especialista remarcó: "Esto en Argentina no estaba, pero algunas empresas lo que hicieron es ir incorporando algunos modelos de declaración de información de manera voluntaria, pero no estaba de manera regulada y con el mismo modelo en todos los productos". 

Sobre cómo comienza a visualizarse la ley en las góndolas comentó: "La iniciativa ahora empieza a implementarse y tiene un cronograma de dos etapas donde al principio las empresas tienen nueve meses y quince en el caso de PyMES para llegar a un intermedio". Y consideró una etapa posterior a la primera aplicación de la legislación: "Luego, hay una segunda etapa para las empresas principales donde hay un año y medio y dos años para PyMES a las que se les pide que se alcance el umbral límite dispuesto", observó. 

Asimismo, la nutricionista advirtió que "esto es para alimentos procesados y ultraprocesados y si la ley es eficaz se espera que vaya a tener un impacto en la compra, en la decisión de compra de los productos y la reformulación. Esto último depende de los umbrales porque si la ley es muy exigente termina desincentivando a la industria a poder reformular".

Finalmente, explicó que la tarea no termina con la ley, por el contrario sigue a futuro con otro tipo de productos muy internalizados en la cultura argentina: "Muchos de los consumos excesivos no son sobre estos productos y, por eso, debemos seguir trabajando en la concientización respecto del pan, la factura y otros productos que se encuentran muy arraigados en nuestra población". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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