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27 de marzo de 2022 | Nacionales

"Nos van a cagar a palos los argentinos”

El sincericidio de Katopodis y el hundimiento del Titanic

Que la interna entre albertistas y cristinistas es un infierno no es ninguna novedad. El 24 de marzo dio lugar a terribles declaraciones cruzadas y amenazas poco disimuladas entre Alberto Fernández, Luis D’Elía, Máximo Kirchner, el “Cuervo” Larroque, Axel Kicillof y Hebe de Bonafini, mientras que la prometida nueva carta letal nunca llegó.

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Sin embargo, llama también la atención las disidencias al interior del albertismo, ya que mientras algunos “moderados” como Eduardo Valdés siguen propugnando la unidad, y Victoria Tolosa Paz apela a la filosofía zen para sostener que “hay que desdramatizar las diferencias, no hay ruptura”. Otros componentes de la guardia de hierro presidencial coinciden con Cristina en que el 2023 será catastrófico para el Frente de Todos.

Al respecto, sorprendieron las declaraciones del albertista de cuello negro Gabriel Katopodis, quien planteó un dramático escenario si no se recupera la unidad, y alertó sobre la posibilidad cierta de un retorno del macrismo. "Nos van a cagar a palos los argentinos”, pronosticó el ministro. "El macrismo ve la oportunidad de volver porque ve que el FDT se puede romper”.

Llamó la atención el tono de sus declaraciones, ya que hasta ahora ningún integrante del círculo más estrecho del presidente había hablado con semejante crudeza. Por el contrario, la mayoría fantasea con la ficción de una reelección de Alberto el año próximo.

"Sería irresponsable de parte de todos los dirigentes del gobierno dejar a la gente en manos de esa derecha que se pasea por los canales de televisión diciendo que quiere volver”, diagnosticó. Y recordó: "Tenemos la responsabilidad de conducir al conjunto, no nos van a perdonar que no estemos a la altura”.

Y graficó la situación de manera muy elocuente: “Cuando se cuente que estuvimos casi al borde de una guerra mundial, si se escribe que la dirigencia del FDT estuvo disputándose en cuestiones internas, bueno, la verdad es que nos van a cagar a palos todos los argentinos”.

El ministro trató de poner paños fríos a la ruptura entre Alberto Fernández y Cristina Fernández, al especular con un tibio: "Me parece que hay conversaciones y hay contacto”. Y planteó que “lo que está en discusión es si se sigue aplicando y desarrollando un modelo productivo y en defensa de la industria nacional, como lo vienen haciendo Alberto y Cristina, o se vuelve a un modelo donde se quiere volver a premiar la timba financiera”.

Claro está que esta reflexión no condice para nada con la gravedad de su diagnóstico previo. Sólo se trató de un recurso para no cerrar del todo las puertas a un eventual entendimiento en el que nadie cree.

Qué habrá llevado a uno de los ministros más albertistas a cometer este sincericidio aún no está claro, pero demuestra que al Titanic presidencial no le queda mucho tiempo de flotación y los botes no alanzan.

Gabriel Katopodis sabe que se les viene la noche, con la electricidad cortada y sin velas en la alacena. Lo extraño es que lo haya reconocido. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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