El rock argentino llega al panteón

Al rock se lo puede analizar de muchas maneras, y al específicamente argentino de otras tantas más. Lo que nunca había pasado es que su semblanza tuviera un tratamiento histórico desde la museología. Al menos no con el volumen que alcanza “Los 80: El rock en la calle”, muestra para la cual el Museo Histórico Nacional logró reunir más de 600 piezas con el propósito de exponerlas al público y de manera gratuita. 

El museo, ubicado en un costado Parque Lezama (donde la avenida Caseros nace desde Defensa) tiene más de cien años y siempre estuvo dedicado principalmente al acervo histórico argentino del siglo XIX. En su frondosa colección destacan desde el sable corvo de José de San Martín a los óleos sobre la Guerra del Paraguay de Cándido López, entre otros. 

El historiador Gabriel Di Meglio, director del museo desde el 2020, reveló que estaba interesado en extender el alcance temporal de las salas. Y, en esa búsqueda, el rock argentino apareció como una alternativa para entrar en el siglo XX con potencia. Pero, en vez de intentar hacer una muestra apoteósica que cubriera las seis décadas que el género lleva instalado en el país, la estrategia fue hacer un recorte y concentrarse en él. Así, apareció la década del ’80.

Para el rock argentino, la de los ‘80s fue acaso la década que más se diferenció tanto de la que sucedió, como de la que antecedió. Una era claramente distinguible por innumerables motivos, que dejaron como resultado decenas que artistas emblemáticos del género y discos para siempre. 

Todo esto se puede comprobar con los más de 600 objetos en exhibición. Probablemente se trate, en esos términos, de la exhibición más grande que jamás se realizó sobre la cultura rock argentina.

Para eso recibieron materiales de distintos coleccionistas. Uno de ellos, el Paya José Luis Sosa, ya venía realizando algo por su cuenta, aunque de manera itinerante, bajo el nombre de Exporock Argentino. También se sumaron fotógrafos. Y los propios músicos. 

La exhibición comienza cuando el rock empieza a ganarse la calle en las postrimerías de la última Dictadura y, así, avanza hasta el primer bienio del menemismo. Instrumentos, prendas, fotos, afiches, videos, revistas, discos y un largo etcétera se reparten en siete salas, las tres principales en la planta baja más otras cuatro en el subsuelo. 

El recorrido inicia con un “área de bienvenida” que narra los principales acontecimientos sociales, políticos y económicos del período 1982-1991. Luego de pasar por una antesala con una guitarra del luthier estadounidense Travis Bean que usaron tanto Luis Alberto Spinetta como David Lebón, la muestra propiamente dicha inicia con el área titulada “la banda de sonido de los nuevos tiempos”, donde se evidencia el proceso expansivo del rock durante los dos últimos años de la Dictadura. 

El tercer espacio es el más grande de todos y allí se encuentra la gran mayoría del material impactante: ahí conviven desde instrumentos de Gustavo Cerati hasta fotos inéditas de Charly García, pasando por artes de tapa de Los Redondos y una enorme memorabilia de los artistas más resonantes de la época. 

Luego de ese recorrido, la exposición continúa en el subsuelo, donde hay un espacio dedicado al “under”. Se trata de un inteligente recurso para trazar también los vínculos del rock con otras expresiones artísticas como el teatro independiente, ya que ambos compartieron lugares y artistas. Además hay una pequeña sala de proyecciones, otra dedicada a los medios de comunicación vinculados al rock (otra área de expansión que el género tuvo en los ‘80s) y, a modo de cierre, una habitación ambientada como en la época.  

Dada la originalidad y la gratuidad de la muestra (se puede ir de miércoles a domingo de 11 a 19), la misma decidió extenderse hasta fines de mayo. Además están programadas numerosas charlas y al proyección de películas varias. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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