El índice de asesinatos en la provincia de Buenos Aires se encuentra en pleno crecimiento

Por su parte, la gestión bonaerense está muy lejos de poder asemejar su trabajo con su discurso, aunque no todo es culpa del gobierno provincial, claro está. Pero los policías durmiendo dentro de los patrulleros, o con sus vistas clavadas en las pantallas de sus celulares, son un paisaje notoriamente frecuente en el conurbano.

Como ejemplo de este drama, desde los Tribunales de La Matanza, ha decidido crear una fiscalía especializada en homicidios, solo eso. Es lógico, y muy alarmante, La Matanza tiene un asesinato cada 24 horas.  Esa fiscalía está compuesta por tres fiscales y un conjunto de secretarios, auxiliares y empleados que trabajan diariamente con la Dirección de Investigaciones (DDI).

En rigor de verdad, la época en que el conurbano esclareció el mayor número crímenes violentos fue en la gestión del comisario Antonio Seisdedos, que supo trabajar en todo el territorio del GBA.

Según fuentes judiciales, en lo que va del año, el abogado Hugo López Carribero es el profesional que más casos de asesinatos acaparó en su estudio jurídico, junto a su equipo de colaboradores.

Desde hace muchos años el conurbano duele. El mayor índice de muertes violentas proviene de allí, de la misma forma que el tráfico ilegal de armas robadas, de comercio de estupefacientes, de secuestros extorsivos y de robos a mano armada.

La prevención en materia de asesinatos es escasa, casi nula. Los fiscales, naturalmente, van corriendo por detrás de los muertos y los sospechosos.

El intendente de La Matanza, Fernando Espinosa, no logra empanizar con la sociedad, en especial con la clase media que se encuentra ajena a los contubernios de la política vernácula. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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