Las exigencias del FMI se adelantaron

En efecto, la directora del Departamento de Estrategia, Política y Revisión del FMI, Ceyla Pazarbasioglu, diagnosticó que la inflación está paralizando la economía argentina y exigió que el gobierno tome medidas para “domesticarla”.

Las malas noticias llegaron este jueves, cuando Pazarbasioglu  adelantó que, en vistas de la desmadrada aceleración de la inflación en el primer trimestre de este año, la discusión pendiente entre el gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre metas y objetivos se adelantó. Tal como ya había anticipado Cristalina Georgieva, será inminente la  “recalibración” de políticas y de algunos de los números incluidos en el acuerdo. 

Las estimaciones iniciales del FMI sobre la inflación en la Argentina para 2022 -entre el 38 y el 48 por ciento anual-, ya quedaron desfasadas, a consecuencias de la guerra en Ucrania y la propia dinámica inflacionaria de la Argentina. El último relevamiento del Banco Central entre consultoras y fondos de inversión echó más leña al fuego, ya que estimó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó el 60 por ciento.

Desde el gobierno nacional esperaban contener el incremento inflacionario alrededor del  50,9 por ciento de 2021, pero ya aceptan que a partir del cambio en las condiciones internacionales no estaría mal que el indicador final fuera del 60 al 65 por ciento.

En vistas de estos datos, una de las funcionarias más destacadas del FMI, Ceyla Pazarbasioglu, quien desempeñará un papel protagónico en el proceso de evaluación del programa económico acordado con la Argentina, afirmó que “la inflación está paralizando las economías”, y particularmente a nuestro país.

Pazarbasioglu afirmó que “la inflación es más dura para las personas más vulnerables” y que el gobierno necesita tomar medidas para “domesticarla”. 

Hasta ahora, y a excepción de la gestión solitaria del secretario de Comercio, Roberto Feletti, toda el ala económica del gobierno –y el propio presidente Alberto Fernández-, trataron de evitar a toda costa que la declaración de “guerra contra la inflación” se llevara a cabo.

Con la presión del FMI, el cristinismo y la oposición, el tiempo de espera del gobierno nacional parece haber concluido y deberá tomar decisiones inmediatas y urgentes,  que podrían incluir un controversial recambio del gabinete, cuyas consecuencias son hoy en día impredecibles. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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