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22 de abril de 2022 | Historia

Bases institucionales de la posguerra

Los acuerdos de Bretton Woods

Hacia el final de la conflagración bélica, Estados Unidos, Inglaterra y sus aliados comenzaron a diseñar un sistema de cooperación internacional para el período de la posguerra.

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por:
Alberto Lettieri

En julio de 1944 se celebró en Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos) la Conferencia Internacional Monetaria y Financiera, en la que se aprobó la creación de dos de las futuras agencias especializadas en las Naciones Unidas: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), también conocido como Banco Mundial.

En su argumentación, las potencias aliadas asimilaban el desencadenamiento de la Segunda Guerra a la inestabilidad económica del período previo. Con la fundación de estos organismos pretendían amortiguar las fluctuaciones del orden económico internacional y preparar a los países para la reconstrucción posbélica.

Aunque la URSS en su calidad de aliada participó en la Conferencia de Bretton Woods, no llegó a formar parte de los organismos financieros que nacieron en dicha ocasión.

El cambio en el papel de los Estados Unidos había comenzado a mostrarse desde la firma de la Carta del Atlántico y se acentuó en las conferencias de Teherán, Yalta y Postdam. Tanto Roosevelt como Truman, que asumió tras la muerte del primero en abril de 1945, decidieron que esta vez las cosas se harían al modo norteamericano.

EL PLAN MARSHALL 

Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos concedió préstamos a Francia y a Inglaterra por 130 mil millones de dólares, los cuales se transformaron en cesiones y no constituyeron deudas para estos países en el período posterior a la guerra. La ayuda norteamericana, entre 1945 y 1947, consistió en provisión de alimentos, vestimenta, provisión sanitaria, reconstrucción de viviendas, canalizándose en principio a través de las fuerzas armadas norteamericanas y luego a través de la flamante ONU, pero estos organismos de reciente aparición no estaban en condiciones de llevar a cabo la reconstrucción, por eso recayó sobre Estados Unidos.

En los hechos, Estados Unidos pasó de la ayuda humanitaria a la ayuda económica. Para ello, construyó un programa de recuperación europea que contó con el apoyo de Canadá. La distribución de fondos para la recuperación de este continente se realizó a través de la Organización Europea para la Recuperación Económica (OECE).

EL NACIMIENTO DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU)

Durante los meses siguientes a Bretton Woods, las potencias aliadas reunidas en una mansión de Washington D.C., conocida con el nombre de Dumbarton Oaks, elaboraron las bases de la nueva organización mundial. Más adelante en Yalta, Roosevelt, Stalin y Churchill anunciaban la creación de la carta de dicha organización con el objetivo de fomentar la solución pacífica de los conflictos. En esta conferencia que se celebró durante dos meses, fue aprobada, por unanimidad de las 50 naciones asistentes, la Carta de las Naciones Unidas. Entró en vigor el 24 de octubre de ese año, al ser depositadas las ratificaciones de los cinco grandes (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la URSS) que se reservaron el derecho a veto en el Consejo de Seguridad.

Los antecedentes de una organización de tipo supranacional no eran auspiciosos, en efecto, la Sociedad de las Naciones, creada luego de la Primera Guerra Mundial por los países firmantes del Tratado de Versalles, no había otorgado al orden internacional mecanismos idóneos de resolución de controversias entre los países miembros. Para evitar repetir el intento fallido de la Sociedad de las Naciones, la ONU se dotó de una “fuerza de intervención” (los “cascos azules”).

Uno de los objetivos al cual adscribieron los países de las Naciones Unidas fue la elaboración de un plan de descolonización que eliminara los impulsos imperialistas de las potencias industriales. Asimismo preveía la creación de comisiones encargadas de brindar apoyo a los países más atrasados en materia de desarrollo. Una mirada retrospectiva sugiere que efectivamente durante los siguientes cincuenta años la ONU fue un instrumento útil como arbitraje de diferencias entre estados-naciones; también avanzó sobre el problema de las colonias, aun cuando no logró su objetivo declarado  más importante: combatir la extrema brecha de desigualdad entre los países pobres y los ricos. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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