Las indecisiones de Alberto Fernández y la suba del dólar blue

Este lunes siguieron ese curso ascendente todas las variantes. El dólar blue cotizaba a 205 pesos para la venta y 202 para la compra, mientras que los dólares financieros rondan los 208 para la venta. El dólar oficial cotiza en 119,50, aproximadamente, y el solidario a 198.

Las razones son varias. Para muchos compradores la fuga al dólar blue es preventiva, ante el impacto que implicará la liberación en la plaza de los alrededor de 200 mil millones que demandarán los “auxilios” anunciados por el gobierno.

Pero la raíz central del cambio de tendencia para por la política. El tema de la ampliación de la Corte Suprema, la decisión que tomará el gobierno con la “renta inesperada” que produjo la guerra en Ucrania, y la tendencia a procrastinar las decisiones por parte de un Alberto Fernández cada vez más alicaído, hacen el resto.

En particular se le critica la “ambigüedad” con que se ha manejado respecto de temas clave, como el Consejo de la Magistratura, la Corte Suprema y la obtención de fondos para hacer frente a las exigencias del FMI.

Quienes tienen ingresos en blanco –coincide la mayoría de los analistas económicos- está dispuesta a pagar un precio alto con tal de cubrirse, ante la incertidumbre sobre lo que vendrá. 

Pero hay, además, otro elemento adicional que aportó Miguel Ángel Pesce, presidente del Banco Central, al pedirle a los senadores oficialistas que “cajonearan” el proyecto de ley que elimina el secreto bancario e incluye sanciones para los bancos que no aporten información. El funcionario nacional sostiene que una ley de estas características podría hacer saltar por los aires al sistema financiero, uno de los principales responsables en la fuga de capitales de nuestro país.

“Como reacción los bancos podrían salir a comprar dólares de manera desembozada, y dejarían de renovar las Leliqs, Lebacs y similares, para hacerse de mayor efectivo para hacer subir sin límite los distintos tipos de cambio que conviven con el oficial”, explican en su entorno.

Y es que los bancos no quieren dar esa información porque los dejaría involucrados en las operaciones de lavado y fuga de divisas. Por esta razón, Pesce alertó que su respuesta sería propiciar una corrida financiera que podría llegar a llevarse puesto al gobierno.

La debilidad del gobierno resulta calamitosa. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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