Una encuesta alerta sobre el deterioro del poder adquisitivo de trabajadores y jubilados

La muestra incluyó 2.832 casos recabados en las 24 provincias del país, realizados entre el 28 y el 30 de abril, e incluyó entrevistas telefónicas y formato IVR (Interactive Voice Response). En primera instancia, la encuestadora remarcó que la base de apoyo del gobierno nacional permaneció constante durante abril (34 por ciento), en el nivel mínimo de la serie que se inicia en diciembre de 2019. Lo mismo sucede con la imagen positiva del presidente Alberto Fernández que se encuentra en 38 por ciento.

Encuesta de Analogías. 

En materia de expectativas, el “optimismo” sobre la evolución de la economía se siguió deteriorando en abril y llegó también al menor valor de la serie desde diciembre de 2019. “Persiste, entonces, la trayectoria descendente que venimos observando de manera consistente y sostenida y que coincide con la reducción también paulatina de la base de apoyo oficialista”, afirmó Analogías. De este modo, casi un 65 por ciento de los encuestados respondieron que el poder adquisitivo de sus ingresos “se deteriorará” en los próximos meses.

En este sentido, la mayoría manifestó que la economía y los ingresos se están recuperando “poco o nada” (81 por ciento). En órdenes similares, hay pocas expectativas respecto a que la política de ingresos con focalización y carácter no permanente tenga efectividad para recuperar la capacidad de consumo de los sectores populares (80 por ciento). Igualmente, el salario real de los trabajadores registrados (privados y públicos) en febrero de 2022 fue 0,82 por ciento menor que en diciembre de 2019.

En el caso del sector privado se registró un aumento de 1,5 por ciento y en el sector público una caída del 5 por ciento. Cuando se compara el valor anual promedio a febrero con el del mismo mes del 2021, la caída real es de alrededor de 1 punto para los trabajadores registrados y de casi 8 por ciento para los trabajadores no registrados. Respecto a diciembre de 2019 esas caídas son de 5 y 13 por ciento, respectivamente, lo que implica que hay acumulada una larga serie de valores de salario real deteriorados que impacta sobre el poder adquisitivo efectivo y vigente en el último año.

En tanto, buena parte de la muestra opinó que la manera más eficaz de producir aumentos en el salario real es la determinación de los mismos en forma general por el estado (44 por ciento); otra parte respondió que es a través de la negociación paritaria tradicional (20) y otro tanto dijo “no saber” (36). “Como venimos advirtiendo desde hace meses, la preocupación sobre el nivel de ingresos reales de los trabajadores y jubilados tiene una presencia muy negativa y determinante en todo el cuadro de opiniones”, destacó Marina Acosta, directora de Comunicación de Analogías.

En torno a los inminentes aumentos en las tarifas de los servicios públicos, una mayoría manifestó que su peso dentro del gasto familiar es “medio o alto” (80 por ciento). Los encuestados en su mayoría consideraron, además, que las tarifas no deben aumentar (59 por ciento) o que sólo deben incrementarse en hasta un 20 por ciento (24 por ciento).

Otro tema relevante fue las propuestas de “dolarización de la economía”, esbozadas por dirigentes de la oposición y voceros de grupos de poder corporativo, que encontraron acuerdos (38 por ciento) y desacuerdos (51 por ciento). Cabe destacar que los hombres del segmento etario “joven”, con mayor nivel de instrucción, son quienes más proporcionalmente explicaron ese minoritario nivel de acuerdo.

Asimismo, se midió la evolución sobre el desempeño de jueces y fiscales del poder judicial, donde casi un 60 por ciento se expresó negativamente. Por otro lado, en el eje “consumo de medios de información y uso de redes sociales”, la televisión es la principal fuente de información entre los encuestados. La apertura sociodemográfica indica que su frecuencia es más alta a medida que crece la edad de los encuestados y cae el nivel de instrucción.

Luego aparecen los portales digitales de noticias y la radio, mientras que casi un 36 por ciento de los encuestados dijo no usar redes sociales. Entre los que manifestaron utilizarlas, una mayoría las usa principalmente para informarse. En esta línea, la utilización de Instagram y Twitter crece entre los segmentos de opinión opositora y Facebook entre los oficialistas. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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