Nacionales
Momento incómodo
“¡Milei presidente!”: La inesperada bienvenida a Alberto Fernández en La Pampa
El primer mandatario se presentó en una fábrica de silobolsas en General Pico, en donde esbozó una respuesta a las frases del “Cuervo” Larroque. Sin embargo, al salir del evento se encontró con un grupo de manifestantes que mostraron toda su bronca por el rumbo del gobierno.
El presidente Alberto Fernández, quien actualmente enfrenta una dura crisis interna en el seno del Frente de Todos, visitó días atrás la ciudad de General Pico, en la provincia de La Pampa. El objetivo era el de mostrarse optimista y firme ante la avanzada del kirchnerismo sobre su gestión, que se mantiene por debajo de los objetivos esperados.
“Nadie es dueño del gobierno, el gobierno es del pueblo”, afirmó, efervescente, ante un pequeño grupo de seguidores. La frase fue una clara respuesta a las declaraciones del ministro bonaerense y referente de La Cámpora, Andrés Larroque, quien horas antes había afirmado que “el gobierno es nuestro”, al tiempo que aseguró que el presidente Fernández “no se va a llevar el gobierno a la mesita de luz”.
La visita de Alberto Fernández pareció finalizar dentro de lo estimado por su equipo de prensa. Un mensaje corto, sencillo y contundente, con el menor contacto posible con el público, con el objetivo de evitar frases desafortunadas. El margen de maniobra del primer mandatario es, en efecto, cada día más escueto.
Sobre el final del evento, Fernández decidió abandonar la fábrica de silobolsas de la Asociación de Cooperativas Argentinas, ubicada en la Zona Franca, y a la que había asistido junto al gobernador Sergio Ziliotto; el jefe de Gabinete Juan Manzur; y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
Al hacerlo, se topó con un numeroso grupo de personas que lo aguardaban con impaciencia. Para su mala suerte, no todos eran seguidores fieles de su gestión, sino que se encontraba presente un grupo de militantes libertarios. A pesar de la sonrisa forzada con la que Fernández encaró al grupo para saludarlos y tenderles la mano, no pudo evitar los gritos de “¡Viva la libertad!” y “Milei presidente” que aparecían a su paso. En pocos segundos, su equipo de seguridad lo retiró del lugar en un vehículo oficial.
A pesar de la parafernalia de los actos organizados por el staff del presidente nacional, cada día resulta más difícil disimular los gritos ahogados de quienes reclaman un urgente cambio de rumbo para una gestión que parece encontrarse a la deriva en un mar de problemas. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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