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15 de mayo de 2022 | Nacionales

Procuración

La costosa comodidad del “Chino” Zannini

Mientras el país atraviesa una crisis económica de considerables dimensiones y el Frente de Todos se rompe por dentro, el procurador del Tesoro se va de compras con sus funcionarios. Heladeras, microondas, hornos eléctricos y otros electrodomésticos entre la lista de supermercado.

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Desde que llegó al poder como secretario Legal y Técnico de la presidencia de la Nación durante la gestión del fallecido presidente Néstor Kirchner, fue considerado por muchos dirigentes peronistas como “el monje negro”, el hombre de confianza, que se movía por los recovecos de la mesa chica y participaba de las decisiones más importantes.

Confirmando su posición en el entramado kirchnerista, Cristina Fernández lo mantuvo incólume durante sus dos presidencias y, nuevamente, se transformó en un engranaje clave desde las sombras del poder. Desde allí, Carlos Zannini aceitó los resortes de numerosas sociedades anónimas y compañías que fundó utilizando a docentes, médicos y dirigentes gremiales como socios. En la mayoría de los casos, se trataba de empresas dedicadas a la gastronomía que, a pesar de no existir más que en los papeles, ganaron numerosas licitaciones.

A pesar de la derrota del año 2015 y de una breve temporada en la cárcel por la firma del memorando con Irán y de los numerosos hechos de corrupción a los que se vio vinculado todo el círculo cercano a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, el “Chino” Zannini continuó estirando las redes de su poder político.

Esta vez, sin embargo, se valió de sus hijos, que ya eran mayores de edad. Un ejemplo de ello fue Francisco Zannini, quien a pesar de no contar con experiencia ni trayectoria, fue seleccionado a dedo para ingresar en calidad de funcionario en la estructura del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS).

Ya acomodado en el poder y ostentando el cargo de procurador del Tesoro de la Nación, Zannini se permite ciertos lujos y comodidades que apuntan a un estilo de vida que poco y nada se asemeja al del grueso de la población.

En efecto, de acuerdo a la contratación directa por compulsa abreviada Nro. 488-0009-CDI22, Zannini comprará todo tipo de electrodomésticos y objetos de cocina para mejorar el confort de sus funcionarios. Cuatro heladeras con freezer, seis microondas, tres placas vitroconvectoras, cuatro cafeteras, hornos eléctricos, anafes, heladeras bajo mesada, nada quedó librado al azar.

Hasta el momento se han confirmado dieciocho ofertas distintas, de acuerdo al cuadro comparativo del día de la apertura. En algunos casos, las mismas superan los 2 millones de pesos, cubriendo sólo algunos de los renglones previstos. Entre operaciones de abierto nepotismo, heladeras y microondas, Zannini continúa abriéndose paso en la estructura kirchnerista. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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