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17 de mayo de 2022 | Municipales

Escándalo local

Denunciaron a funcionarios municipales de Colón por abuso de poder y acoso sexual

La gestión del intendente kirchnerista Ricardo Casi se encuentra cercada por casos que dejan en evidencia un manejo discrecional del poder municipal. El secretario de Gobierno local, Mauricio Coliqueo, quedó en la mira de las víctimas.

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Corrían los primeros días de marzo de 2019, y el secretario General y de Coordinación de la municipalidad de Colón, Mauricio Coliqueo, encabezó un acto en el que se festejó el avance de las tobilleras electrónicas para los casos de violencia de género en la región. Tan sólo tres años después, una joven empleada municipal recibe tratamiento psiquiátrico, mientras su familia lo acusa de acoso sexual.

“Ella fue acosada por el secretario de Gobierno y actualmente está pidiendo que la reubiquen en cualquier otra repartición municipal. Se niega, por ahora, a hacer la denuncia porque tiene miedo, pero está con tratamiento psiquiátrico para calmar el miedo y la ansiedad y, eventualmente, creemos que va a llevar adelante la denuncia”, confirmaron a REALPOLITIK desde el círculo íntimo de la víctima.

No es esta la única acusación que pesa sobre los funcionarios municipales de la localidad bonaerense de Colón, actualmente bajo la administración del intendente kirchnerista Ricardo Casi.

En efecto, otras dos empleadas del municipio, Ana Rosa Sosa y Ramona Durán, aseguran haber sido suspendidas luego de numerosos casos de abusos de poder en su contra. Nuevamente, el nombre de Mauricio Coliqueo aparece como por arte de magia.

“Fuimos trasladadas y degradadas en nuestras condiciones de trabajo. Una, por negarse a entregarle medicaciones psiquiátricas a menores de edad en la Casa de las Infancias, y la otra por pedir que no le den tareas de fuerza, dado que cuenta con una discapacidad comprobada por la ART”, aseguran Ana y Ramona.

En este escenario, una coordinadora de nombre Rosa Godoy, quien tendría una cercana afinidad con Mauricio Coliqueo, decidió trasladar a Ana y Ramona a un lugar en el que no molesten. Una de ellas fue a parar a un corralón para el manejo de camiones, en donde el encargado le aseguró que no habría trabajo para ella. A Ramona, por su parte, la enviaron a lavar la cancha de básquet de la Villa Deportiva, acarreando baldes llenos de agua por largos trechos, lo que la dejó con un desgarro en el hombro e inyecciones de desinflamatorios.

La situación de las victimas de Colón pareciera ser de difícil resolución. Abogados que desestiman el caso por evitar contraponerse al poder local y suspensiones sin goce de sueldo se suman día a día, con el objetivo de acallar las críticas a la gestión de Casi. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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