Tráfico de bebés: Busca a su hijo hace 47 años y reclama a la Justicia reabrir su causa

"Mi bebe nació en Santa Rosa, La Pampa, el 25 de mayo del 75 en el hospital Doctor Lucio Molas a las 5.00 de la mañana. A mí no me decían nada y cuando me llevaron a la habitación le pregunté a la enfermera qué había tenido y me dijo que era un varón de 2,5 kilos", inició el desgarrador relato María Eva Ávila.

Y siguió: "Luego de esa conversación me pasaron a la cama a donde me encontró el médico y me dice que descanse y duerma, me cierran la puerta y apagan la luz al irse". "Después de eso dormí hasta que llegó mi mamá alrededor de las 11.00 de la mañana y me preguntó por qué no tenía al nene, a lo que yo le contesté que me dejaron sola y me pidieron que duerma", relató. 

A su vez, reiteró que ella siempre estuvo sola en la habitación hasta la llegada de su madre, quien fue rápidamente a averiguar sobre el nene con el médico, que le contó que tuvo una nena que nació muerta, una historia distinta a la que le habían expresado a María Eva.

"Yo llorando pedí verla y mi mamá también, pero el médico no quería, hasta que me dice: 'Bueno, está bien'. Cuando me siento en la cama para disponerme a ir es que aparece una monja que me volvió a decir que no era bueno porque me iba a llevar un mal recuerdo, ya que era chica e iba a poder tener más hijos y me convenció", comentó. 

Asimismo, relató: "Después mi mamá pidió verla para poder hacerle un velorio de un rato y volvió a aparecer la monja que le dijo que no hacía falta el velorio porque era un alma pura". Finalmente, más tarde, llegó la pareja de María Eva: "Entre las 17.00 y 18.00 logró, tras gritar varias veces, que le muestren una cajita envuelta sin poder verle el sexo ni nada y le hicieron firmar un papel".

María Eva siempre creyó en la historia de su beba muerta, pero en 2014 o 2015 notó que había muchos casos similares al de ella con gente a la que la dormían, que primero le decían un sexo y luego se lo cambiaban, con una monja de por medio. Entonces, tomó la decisión más difícil, investigar: "Me dirigí a Derechos Humanos, en ese momento me asistió un abogado que pidió un certificado de defunción o nacimiento muerto que tenía la firma de mi marido". "Al investigar el documento figuran como testigos de la visualización del cuerpo los abuelos maternos y paternos, pero eso me generó más dudas porque mi familia no había visto a mi bebe y encima para esa fecha mi papá había fallecido hacía más de diez años", contó.  

Finalmente, cerró: "Después de esto mi hija difundió la historia en redes, me hicieron notas de medios de La Pampa y se acercó la gente de Derechos Humanos de provincia y nación. Se disculparon y me acompañaron a hacer la denuncia a la fiscalía que ordenó la exhumación del cuerpo donde no se encontraron restos biológicos".

A pesar de todo este recorrido, la causa fue archivada por no poder hacerse un ADN debido a la inexistencia del cuerpo. Hoy María Eva Ávila reclama a esa Justicia la reapertura y exige continuar con el proceso judicial para dar con su hijo o hija. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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