CABA
Saltando del barco
Cansado, Juan Zabaleta fue a pedir la escupidera para volver a su pago chico
Alberto Fernández sigue encerrado en su termo. Su gobierno se va deshaciendo sin pausa, pero él imagina que tendrá revancha con una reelección en 2023, en la que ni siguiera sus más íntimos confían. Aunque no se lo digan.
Limitado cada vez más a sus propios aliados, el gobierno pierde densidad cotidianamente. El ministro Martín Guzmán –que se ha convertido en “los ojos” de Alberto Fernández- recibe cada vez mayores cuestionamientos, y los intendentes que integran el gabinete –tanto en Nación como en la provincia de Buenos Aires- no se esfuerzan en ocultar su deseo de volver rápidamente a sus distritos de origen.
Jorge Ferraresi, ministro de Vivienda, quien fuera uno de los primeros a salir a alentar la reelección, hoy mira con preocupación el futuro, y no duda en disparar contra Guzmán: “Si perdemos, algunos vamos a ir presos y otros volverán a dar clases en las universidades”, pronosticó.
Otro de los decididos a abandonar la gestión ministerial fue Juan Zabaleta, hasta ahora uno de los principales sostenes del presidente, quien parece decidido a tirar la toalla. Si se confirma su salida, sería el segundo ministro de Desarrollo Social en dar un paso al costado, cansado de la intromisión permanente de los movimientos sociales en su gestión.
Para allanar su salida, Zabaleta solicitó una reunión con Cristina Fernández de Kirchner, que se concretó durante la semana que pasó, aunque recién se conoció en el día de hoy. “Juanchi” se cansó del Evita, de la falta de decisión del presidente para asumir su liderazgo, y así terminó acercándose al despacho de la vicepresidenta, con quien mantenía una conflictiva relación desde hace mucho tiempo.
En el entorno del ministro confiaron que volvería a Hurlingham a fin de año, y que "va a ayudar todo lo que pueda hasta entonces". "Ya todos reportan con Cristina, ni 'Juanchi' tiene ganas de pelearse con ella", aseguraron desde el gobierno nacional. “Se cansó de las constantes mentiras y dilaciones de Alberto”, marcan, en particular, que siga prometiéndole la creación de un ministerio de la Economía Popular a Emilio Pérsico, cuando a él le había asegurado todo lo contrario.
El retorno a Hurlingham para Zabaleta es árido. El nuevo intendente es Damián Selci, de La Cámpora, cuyo jefe político es Martín Rodríguez, número dos del PAMI y pareja de Luana Volnovich. Uno de los más cercanos a Máximo Kirchner.
Cuando “Juanchi” tomó licencia, La Cámpora eyectó a más de mil empleados cuya terminal era el actual ministro. Y hasta cambiaron el sello del municipio para demostrar el cambio de época. Elecciones de por medio, La Cámpora se quedó con nueve de los doce concejales del Frente de Todos, sobre un total de veinte que componen el Concejo Deliberante. Para poder retornar a su distrito y no sufrir la revancha de La Cámpora, Zabaleta fue a pedirle clemencia a Cristina. Y la vicepresidenta recibió con cordialidad al adversario derrotado, e incluso le ordenó a Máximo Kirchner que facilite ese retorno, que incrementaría el vaciamiento de la gestión de Alberto Fernández.
El caso de Zabaleta no será el único ni el último. Y muchos lo ven como el inicio de una desbandada general de intendentes que desean consolidar sus distritos para tratar de paliar lo que ya descuentan como una catástrofe electoral del Frente de Todos en 2023. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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Cristina Fernández de Kirchner, Máximo Kirchner, Jorge Ferraresi, Alberto Fernández, Juanchi Zabaleta, Martín Guzmán¿Qué te parece esta nota?
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