UNLP: La facultad de Humanidades ofrece posgrados para “graduades adscriptes”

Tras la polémica iniciada en abril por la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, que entregó un título de “profesore” a una estudiante llamada Mel Randev Gutiérrez, ahora la universidad platense avanza con una nueva faceta en la imposición del lenguaje inclusivo a sus alumnos.

A pesar de que la propuesta de casi la totalidad de los educadores ha sido la de evitar el lenguaje inclusivo, y de la reciente decisión de la cartera de Educación porteña, que se inclinó hacia la utilización del lenguaje tradicional, la Universidad Nacional de La Plata pareciera avanzar en el sentido contrario, en la búsqueda de una imposición de nuevas palabras, paradójicamente, contrariando a la Real Academia Española.

En efecto, la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP, que conduce la decana Ana Julia Ramírez, lanzó recientemente unos volantes en los que ofrece “experiencias de adscripción en la carrera de Ciencias de la Educación”. En el mismo, se aclara que el curso ofrece “el sentido formativo de los procesos de adscripción desde la voz y experiencia de estudiantes y graduades adscriptes”.

La iniciativa causó una polémica de proporciones entre los alumnos de la casa de estudios, dado que un porcentaje casi totalitario de los mismos no comparte la imposición del lenguaje inclusivo por parte de los directivos.

Vale destacar que no es ésta la primera vez que la casa de estudio busca imponer su ideologismo a los estudiantes. Lejos de la libertad de opiniones que atravesó a la Universidad Nacional de La Plata a lo largo de su historia, la postura de las diferentes facultades al respecto fueron mutando con el correr de los años.

Como se recordará, durante al menos una década, la facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP sufrió un récord histórico de deserciones, luego de que su por entonces decana, Florencia Saintout, utilizara su posición para imponer una férrea ideología kirchnerista entre los alumnos.

En aquel entonces, pulularon numerosas denuncias sobre persecuciones a aquellos que no comulguen las ideas de Néstor y Cristina Kirchner, se colgaron en los pasillos cuadros de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y los alumnos tenían permiso para faltar a clases con la condición de asistir a los actos del gobierno kirchnerista. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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