Para frenar los femicidios, el ministerio de las Mujeres sale a la compra de teclados y webcams

Desde su creación en diciembre de 2019, el ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense se ha transformado en tiempo récord en uno de los puntos más criticados de la gestión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

La cartera que conduce Estela Díaz pareciera replicar, una por una, las quejas que grupos feministas y colectivos que luchan contra la violencia de género le lanzan al mismo ministerio del gobierno nacional, conducido por Elizabeth Gómez Alcorta.

En efecto, desde que comenzó el trabajo de Díaz y Gómez Alcorta, los femicidios han hecho poca cosa más que aumentar proporcionalmente respecto a años anteriores, y el ministerio de las Mujeres pareciera haber contrarrestado esta tendencia con gacetillas plagadas de frases grandilocuentes, cursos de canciones, charlas temáticas, conversatorios y multimillonarios caterings que poco y nada han servido para frenar la ola de violencia contra la mujer.

En este escenario, una de las últimas medidas de Díaz pareciera ir en consonancia con el comportamiento que tanto se critica en el ministerio de la Mujer. Mientras desde el prestigioso Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) exigen medidas concretas, como la declaración de emergencia e inversiones en políticas públicas eficientes y sistemáticas, la ministra bonaerense volverá a gastar varios millones en objetos que poco y nada tienen que ver con los reclamos volcados por las víctimas de violencia de género.

De acuerdo al proceso de compra Nro. 473-0292-PAB22, la ministra Díaz dejará para otro momento los gastos que reclaman los colectivos femeninos y, al menos por el momento, hará shopping en el mundo de la informática.

En efecto, mientras todavía faltan tobilleras electrónicas en todo el territorio nacional y provincial, la titular del ministerio de las Mujeres gastará un presupuesto de 3.8 millones de pesos en webcams, auriculares, escaners, discos rígidos, teclados y hasta treinta mouse ópticos, que estarán dirigidos para las distintas dependencias del organismo provincial.

Mientras esto ocurre, el ministerio continúa navegando en aguas inciertas. Al igual que ocurre con su par nacional, las criticas de los colectivos feministas sobre la inacción y la falta de datos oficiales continúa creciendo. Al parecer, el problema era la falta de computadoras. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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