Viernes 19.04.2024 | Whatsapp: (221) 5710138
13 de junio de 2022 | Turismo

Naturaleza ártica

Svalbard, el peor lugar del planeta para morirse

En este curioso mundo en el que nos ha tocado vivir, hay lugares tan fantásticos que parecen venir de la mente de algún escritor fantasioso. Sin embargo, cuando se dice que la realidad supera a la ficción, no se miente. Uno de estos ejemplos, sin duda, es Svalbard, un lugar de cuentos de hadas distópico.

facebook sharing buttonCompartir
twitter sharing button Twittear
whatsapp sharing buttonCompartir
telegram sharing buttonCompartir
print sharing buttonImpresión
gmail sharing buttonCorreo electrónico

por:
Karin Hiebaum

En este curioso mundo en el que nos ha tocado vivir, hay lugares tan fantásticos que parecen venir de la mente de algún escritor fantasioso. Sin embargo, cuando se dice que la realidad supera a la ficción, no se miente. Uno de estos ejemplos, sin duda, es Svalbard, un lugar de cuentos de hadas distópico en el que, para que te hagas una idea, hay más osos polares que personas.

Svalbard es un archipiélago situado en el océano Glaciar Ártico y está formado por un grupo de islas que pertenecen a Noruega. También es el lugar habitado que se encuentra más cerca del Polo Norte. Aunque quizá fueron los vikingos o los rusos los que descubrieron el lugar, se encuentra bajo soberanía noruega desde los años 20 del pasado siglo, aprovechando la coyuntura de entreguerras.

En Svalbard (literalmente "costa fría") está prohibido enterrar a los muertos, pues los cadáveres no se descomponen Svalbard significa "costa fría" y, literalmente, lo es. No existen carreteras que unan las diferentes colonias de la isla, por lo que solo se puede viajar en barco, avión, helicóptero o nieve. Todas estas anécdotas son curiosas, sin duda alguna, pero languidecen frente a la característica de mayor relevancia del archipiélago: está terminantemente prohibido enterrar a alguien en Svalbard.

¿Por qué? La realidad es que nadie puede enterrar a sus difuntos debido al 'permafrost' (la capa de suelo permanentemente congelada de las regiones frías o periglaciares), pues esta provoca que se preserven los virus. Cuando una persona fallece en Svalbard, la opción es cremarlo y guardarlo en una urna del cementerio local. Hace algunos años desenterraron el cuerpo de alguien que había fallecido en 1917 y los virus que atacaron a la persona en vida seguían intactos Todo esto viene de antiguo, pues los cuerpos que en el pasado se enterraban no llegaban a descomponerse debido a las condiciones climáticas.

Hace algunos años desenterraron el cuerpo de alguien que había fallecido en 1917 y los virus que atacaron a la persona en vida seguían intactos. De hecho, para poder mantener el control sobre la zona, el gobernador puede expulsar a cualquier persona en cualquier momento. Asimismo, también hay un estricto control sobre los nacimientos. No hay una legislación como tal, pero el centro de salud de la capital no está preparado para asistir partos, por lo que la gente simplemente opta por no dar a luz en un lugar como Svalbard.

Pero eso no significa que no haya turistas o que nadie viva en la zona. Además de miles de osos polares, en la isla también hay casi 3 mil personas, de las cuales prácticamente todas viven en Longyearbyen, el centro administrativo del archipiélago. Con el tiempo, la pequeña comunidad ha pasado de ser un pueblo típico a un lugar moderno con negocios e industrias, además de actividades de todo tipo (espectáculos, festivales, exposiciones, bares e incluso el restaurante de sushi más al norte del mundo).

Si por algún motivo algún día quieres visitar este curioso lugar en el que no deberías morir, te recomendamos que apuntes un lugar muy especial: la conocida como "Bóveda del fin del mundo", un silo a prueba de terremotos, explosiones nucleares y otros problemas, donde se almacenan las semillas de prácticamente todas las especies de cultivos que sirven como alimento y que fue creado para salvaguardar la diversidad en caso de una catástrofe mundial. Y, por cierto, todas las actividades que se realizan fuera del poblado deben ser con un guía armado, por aquello de que hay gran cantidad de osos polares. De hecho, ninguno de los habitantes se aleja un poco de casa sin un rifle. En general, como señalábamos al principio, Svalbard es un lugar bastante distópico.

Además de un clima único, debido a su latitud, con el que podrás (según la época del año) disfrutar de auroras boreales y bellos glaciares, la fauna tampoco decepciona: los ya nombrados osos polares conviven con renos, zorros o leones marinos. Dependiendo de la estación del año se pueden realizar muchas actividades. En invierno, como es natural, todas aquellas relacionadas con la nieve; y en verano, cuando esta se derrite, kayak, trekking (excursionismo), acampadas o expediciones en barco.

En la época estival puedes realizar distintas actividades que van desde el kayak al excursionismo No te preocupes por el alojamiento, porque Longyearbyen tiene una amplia oferta, desde hoteles a albergues, según el bolsillo de cada uno (aunque no está de más recordar que Noruega es uno de los países más caros para hacer turismo). La forma más rápida (y cómoda) de llegar es en avión, desde los aeropuertos de Oslo y Troms, y la temperatura en invierno está en torno a los 15 grados bajo cero, así que mejor que te lleves un abrigo. Un "must" sin duda para los amantes de las experiencias diferentes, pues siempre podrán decir que han estado en el lugar más al norte de la Tierra, ese archipiélago remoto en el que los cadáveres no están bien vistos.

Creo que es hora que empecemos a cuidar y valorar lo que tenemos. (www.REALPOLITIK.com.ar)


ETIQUETAS DE ESTA NOTA

Turismo, Noruega, Karin Hiebaum, Svalbard

¿Qué te parece esta nota?

COMENTÁ / VER COMENTARIOS

¡Escuchá Radio Realpolitik FM en vivo!